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La eléctrica de Baleares alega que el apagón fue "inexplicable e inevitable"

"Fortuito, ilógico, inexplicable e inevitable". Éstas son algunas de las razones oficiales que exhibieron ayer como corazas los responsables de la única compañía eléctrica de Baleares, la pública GESA, para justificar el apagón provocado por una tormenta de rayos y truenos que el viernes dejó a las islas de Mallorca y Menorca prácticamente paralizadas y a oscuras durante dos horas, y hasta seis en algunos lugares.Un millón. de personas, entre turistas y residentes, se vieron afectadas. Las molestias ocasionadas a la población, a los servicios públicos y las pérdidas para los diferentes sectores turísticos y comerciales son incalculables. GESA (Gas y Electricidad, SA) pertenece al grupo público ENDESA y está presidida por un político conservador regional, el ex consejero Tomeu Reus. GESA cree que el rayo que impactó en una línea secundaria e hizo caer a "cero absoluto o total" el sistema insular de energía eléctrica en su conjunto, "escapa por completo al control de la empresa", según una nota emitida seis horas después de producirse el apagón.

Los generadores alternativos previstos para casos de inutilización de la red principal o fallos por sobrecarga de la única central mallorquina de Alcúdia no funcionaron. Tras horas de espera e inquietud -ayer, a las diez, de la mañana, aún existían puntos aislados sin energía- la luz retornó espontáneamente de manera aleatoria a distintas zonas del territorio insular. Los centros sanitarios, los servicios públicos y de seguridad y los medios de comunicación fueron atendidos prioritariamente. La gente no pudo utilizar las terminales automáticas de bancos y cajas y en las agencias de viajes no se despacharon billetes.

Los bomberos acudieron a la cárcel de Palma porque no se activó la red alternativa y tuvieron que llevar un generador a una clínica privada para que se pudiera concluir una intervención de urgencia. Un familiar de un enfermo internado en el hospital Juan March, especializado en enfermedades pulmonares y cardiovasculares, narró a la cadena SER que las enfermeras circulaban con mecheros por las habitaciones porque fallaron el generador y las baterías de emergencia.

Uno de los sucesos preocupantes vinculados al apagón fue conocido ayer. Dos niños de Sa Colónia de Sant Pere de Artá (Mallorca), permanecieron media hora en el interior de un aljibe seco, en una zona absolutamente a oscuras, al que habían caído mientras jugaban. Los vecinos se organizaron para el rescate porque la central de socorro de los bomberos y la de la policía local no funcionaban por falta de corriente.

Algunos vecinos de Palma no tenían ayer por la mañana gas ciudad, otro servicio en monopolio de GESA. Muchos edificios altos y hoteles padecieron problemas en las conducciones de agua. Asimismo, los estrenos de cine previstos, entre ellos Un mundo perdido, la segunda parte de Parque jurásico, quedaron inéditos.

"Todavía no hemos conseguido esclarecer las causas que comportaron sucesivamente que se alargara tanto tiempo la reposición del servicio", manifestó Miquel Pocoví, director general de GESA, uno de los pocos responsables que dieron, tarde, la cara. Mientras, Reus, un político locuaz en tantas ocasiones, estuvo ausente y callado.

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