Ortega no pertenece al 98
En un reciente artículo en estas páginas de mi amigo y admirado Francisco Ayala, dedicado al inminente centenario de 1898, incluye entre las gentes de aquella generación a mi padre, Ortega y Gasset. Sin duda se trata de un lapsus del autor, porque Ayala, discípulo eminente de mi padre, sabe muy bien que no iba en esa ilustre compañía, sino que encabezó, por mérito propio, la generación llamada de 1914, que precisamente se enfrentó a la del 98 y cuyo distinto modo de pensar podría resumirse en su diferente talante y entusiasmo por la europeización de España. Si Ayala cree, como dice en ese artículo, que "esa generación (eminentísima) pertenece a un pretérito ya concluso", estoy seguro que sabe mejor que nadie -y lo ha escrito múltiples veces- que el pensamiento de Ortega pertenece aún al porvenir.Yo pienso que este lapsus de Ayala se debe a que, como hombre viejo (pero aún despierto) se le confunden los planos del pasado como esas cadenas de montañas que, miradas desde un lugar lejano, parecen sumirse unas en otras. 0 como yo -que le sigo a pocas zancadas de edad- veo desde esta hermosa bahía de Palamós los múltiples celajes como si estuvieran todos juntos en el horizonte.Pero ahora que se acercan las tormentas de artículos sobre el 98, quería dejar bien claro que mi padre no pertenece a él-.-