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La Junta de Castilla-La Mancha multa a vinicultores por supuesta adición de agua

El Gobierno de la Junta de Castilla-La Mancha ha puesto multas por un importe superior a 64 millones de pesetas a tres importantes empresas de aboración y comercialización de vino por supuestas irregularidades en la contabilidad y el etiquetado y por uso de agua para elaborar vinos. as empresas afectadas son Cejema, con multas por importe de 35 millones; Corpalsa, propiedad Román Cantarero, con 21 millones; y Udexman II, propiedad de Francisco Cantarero, con otros nueve millones de sanción.

Se da la circunstancia de que las tres empresas implicadas en este proceso sancionador -Udexman II, Corpalsa y Cejema- son miembros de la Asociación de Productores de Vinos de Mesa (Avimes), que en los últimos meses ha hecho campaña en defensa de vinos de mesa de 11 grados, dando a entender que un vino con 10 grados es más parecido al agua que a otra cosa.Cejema ha recurrido la multa, mientras las otras dos aún disponen de plazo para plantear recurso.

Cejema, ubicada en Noblejas (Toledo), tiene en marcha dos expedientes del consejo de Gobierno por un importe total de 14 y 19 millones de pesetas y otra de la Dirección General de Industrias por 1,1 millones de pesetas. La Administración acusa a Cejema de infracciones e irregularidades en los libros de contabilidad, así como por el supuesto uso de agua para la elaboración del producto que comercializa. Entre las marcas de Cejema, que factura entorno a 4.000 millones de pesetas, están Avilés, Camposol, Castillo Vulpi, Castillo Marilen, Viña Adire y Viña Vijalda.

Las otras dos sanciones corresponden a empresas del grupo Cantarero, de los hermanos Román y Francisco Cantarero. Román Cantarero, que controla Corpalsa a través de Civinasa, ha sido considerado en los últimos años como el mayor transformador de alcoholes vínicos de España con un claro predominio en Castilla La Mancha y un batallón de sociedades que han aparecido y desaparecido en los últimos años. Hace dos décadas fue pionero en la exportación de vinos a granel a la Unión Soviética, donde también tuvo problemas por la calidad del producto.

Sobre Udexinan II, empresa que suspendió pagos durante unos meses en 1996, pesa una sanción de 8,8 millones por supuesta adición de agua al vino. Udexinan II comercializa marcas como Campo Bello, Viña Danza o Viña Magencia.

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