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Parretti abandona por sorpresa EE UU para comparecer ante la justicia italiana

Orvieto (Italia) El controvertido financiero Giancarlo Parretti, que parecía haberse fugado de Estados Unidos para eludir la sentencia de un tribunal de Delaware, se ha visto obligado a regresar a Italia, su país de origen, para hacer frente allí a otro proceso judicial, según afirmó ayer su abogado. Un día antes, al conocerse la desaparición del anterior responsable de los estudios cinematográficos Metro-GoIdwyn-Mayer (MGM), un juez estadounidense había dictado una orden de arresto contra el financiero Italiano.

El abogado de Parretti, Manlio Morcella, aseguró ayer en Orvieto, la ciudad natal del financiero, que su cliente no pretende eludir la justicia estadounidense. Morcella aseguró que Parretti y el tribunal de Delaware habían alcanzado un acuerdo que permitía al ex presidente de la MGM salir de EE UU y que prohibía a los jueces norteamericanos sentenciarle si estaban en marcha en Italia otros procesos judiciales contra él."Parretti ha tenido que regresar a Italia porque ha sido requerido por un tribunal de Perugia, donde debe responder de los cargos de delito fiscal por operaciones hechas en Italia", declaró Morcella.

El día anterior, ante: la aparente fuga de Parretti, un juez de Delaware dictó una orden de arresto contra el financiero. Un tribunal de este Estado norteamericano debía dictar mañana una sentencia contra el financiero italiano.

El pasado mes de octubre este tribunal le consideró culpable de perjurio e intento de fraude, delitos por los que puede ser sentenciado a una condena de hasta diez años de prisión. Parretti, de 54 años, regresó voluntariamente a Estados Unidos para hacer frente a esos cargos y por ello el juez estadounidense encargado del caso le concedió la libertad condicional bajo fianza. Desde entonces vivía en California.

El ex presidente de la MGM perdió recientemente una importante batalla legal al no lograr que se reabriera un caso sentenciado en 1991 que le costó la pérdida del control de los famosos estudios de Hollywood.

El financiero italiano compró la Metro-Goldwyn-Mayer por 1.300 millones de dólares (unos 170.000 millones de pesetas al cambio actual) en el año 1990 respaldado con los créditos de un grupo de bancos que lideraba el Crédit Lyonnais. Esta entidad le acusó un año después de mala administración y créditos impagados y presentó una demanda contra él para expulsarle del control de los estudios y exigirle responsabilidades. Los tribunales respaldaron entonces la posición del banco francés.

Parretti tiene pendiente además otro juicio con Crédit Lyonnais en Los Angeles, que está previsto comience el 3 de marzo.

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