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Miles de españoles, con derecho a pensión en Suiza se han olvidado de reclamarla

Ahora que casi todo el mundo en España anda preocupado con su futuro cuando llegue el momento de la jubilación, en Suiza han descubierto miles de pensiones en busca de beneficiario. Cerca de 10.000 españoles que en algún momento de su vida trabajaron en Ginebra y que en la actualidad ya están jubilados no han reclamado sus derechos a la Confederación Helvética. El plazo para hacerlo es de cinco años, pasados los cuales se pierde la posibilidad de realizar los trámites con éxito. Galicia es la comunidad autónoma que más trabajadores emigrantes proporcionó a Suiza.

La informatización de más de 30.000 fichas correspondientes a otros tantos gallegos, realizada por el consulado español en la ciudad de Calvino, podría hacer aumentar considerablemente la remesa anual que el país centroeuropeo envía a España para el pago de pensiones. Este año se situará en torno a los 31.800 millones de pesetas.

Entre los que se han "olvidado" de reclamar sus derechos, hay de todo. El cónsul, Emilio Barcia, explica que hay personas que después de trabajar hasta 30 años han vuelto a España sin solicitar sus pensiones. Pero la mayoría estuvieron sólo algunos años como temporeros, cuando Suiza recurría a ese tipo de fuerza laboral para cubrir necesidades momentáneas.

Antes de la crisis del petróleo de los años setenta, hubo hasta 150.000 temporeros españoles en Suiza. "La gente que se marchaba no estaba integrada como lo está hoy", explica el cónsul. Las últimas estadísticas federales relegan al cuarto puesto la población residente española, detrás de italianos, ex yugoslavos y portugueses.

La Xunta financia

La Xunta de Galicia ha financiado la informatización de las fichas de los ciudadanos gallegos, pero en los sótanos del consulado todavía quedan cerca de 50.000 personas de otras comunidades autónomas de España. Se espera que para la próxima primavera concluya el trabajo.El objetivo del cónsul es que los listados con la relación de las personas que han trabajado en Ginebra y que no han reclamado todavía sus derechos lleguen a manos de todos los alcaldes de sus municipios de origen en España.

"La inversión para informatizar y clasificar los datos es mínima, en comparación con el impacto social, porque en general los beneficiarios son personas de limitados recursos", subraya Barcia, por lo que espera conseguir la financiación necesaria para concluir el trabajo.

El proceso de reclamación es sencillo y, sobre todo, gratuito si los interesados lo hacen personalmente. Para ello, no tienen más que entregar los documentos, número de cuenta bancaria incluida, al Instituto Nacional de la Seguridad Social, que se encargará de gestionar la reclamación ante las autoridades helvéticas.

En el caso de que la persona haya trabajado poco tiempo, recibirá una suma global en su cuenta, mientras que el resto cobrará una pensión mensual. Según la legislación suiza, sólo se pueden reclamar las pensiones con una retroactividad de cinco años.

Estas cifras corresponden únicamente a las personas que en algún momento estuvieron registradas en el consulado de Ginebra, aunque se espera que la situación sea similar en el resto de la Confederación Helvética, o incluso peor, si se tiene en cuenta la barrera que supone el idioma alemán.

Tampoco se incluyen las pensiones complementarias, conocidas como "el segundo pilar" del sistema de previsión social de la Confederación Helvética, y que hasta hace sólo diez años eran voluntarias.

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