Protesta española por una "inspección encubierta" de la UE en Gibraltar
España ha protestado ante la Comisión Europea por la inspección realizada el pasado día 4 por la comisaria europea Anita Gradin a la frontera entre Gibraltar y España. El representante permanente español en Bruselas, Javier Elorza, ha solicitado una entrevista con el presidente de la Comisión, Jacques Santer, para recibir una explicación de esta visita, calificada por España de "inspección encubierta e ilegal".
Anita Gradin visitó Gibraltar los pasados días 4 y 5. Procedente de Marruecos, la comisaría sueca llegó al Peñón vía Londres, en lugar de tomar un ferry para atravesar el Estrecho, un rodeo que también ha molestado a las autoridades españolas. Según denunció ayer Elorza, la comisaria -responsable de inmigración y lucha contra la droga- se presentó en la verja acompañada por la policía gibraltareña y entró en territorio español. Se trataba de comprobar las acusaciones de Gibraltar de que España entorpece el tráfico de mercancías y de personas. Sin embargo, no había colas en el momento en que se presentó Gradin. Su portavoz declaró ayer que no tiene constancia de la protesta y que el viaje fue "una visita de investigación".Para el Gobierno español, ha sido "una inspección encubierta e ilegal realizada sin el cumplir el obligado preaviso de 30 días que mandan las normas comunitarias". La inspección demuestra, según España, que la comisaria ignora la legislación comunitaria, ya que los aduaneros españoles están obligados a inspeccionar el tráfico de mercancías porque Gibraltar, aunque es territorio comunitario, no forma parte de la unión aduanera y no aplica el IVA, por lo que en la práctica es, comercialmente, una frontera exterior de la UE.
Manipulación
El representante permanente español afirmó que Gradin había sido manipulada por las autoridades gibraltareñas, hasta el punto de animar a los políticos del Peñón a "levantar la bandera de Gibraltar en Bruselas en forma de oficina comercial" pese que la roca no tiene bandera y sólo puede abrir oficina bajo el paraguas del Reino Unido. Tampoco ha tenido en cuenta que, hasta hace pocos meses, en ese puerto atracaban sin ningún impedimento más de 100 lanchas rápidas dedicadas al contrabando de tabaco y al narcotráfico.
Los anfitriones locales han intentado convencer a la comisaría de que es la parte española de la frontera la destinataria de ese tráfico desde Marruecos. Para España, lo que llega a su lado de frontera son las pateras con inmigrantes que buscan mejores horizontes.
Madrid destacó ayer que Londres aún no ha aplicado en Gibraltar una docena de directivas contra el tráfico de drogas y el blanqueo del dinero. Los jefes de gabinete de la Comisión han decidido emplazar al Reino Unido para que entre en vigor en el Peñón una directiva sobre lucha contra el fraude fiscal, dos sobre mercados públicos, cuatro sobre control de la banca, tres sobre el sector inmobiliario, una sobre seguros y dos sobre diplomas. España recordó ayer que Gibraltar es uno de los paraísos fiscales más opacos, primer mandamiento, para ser un foco de lavado de dinero del narcotráfico.
