Ahorro y cultura
El Gobierno popular ha decidido ahorrar acabando con la cultura. Su primer objetivo fue fulminar a los míticos artesanos que hacían mítica la plaza de Santa Ana, en Madrid. Después lo intentaron contra los artistas del parque del Retiro, uno de los más rentables turística y artísticamente, donde el cantor, el pintor, el quiromante y el mimo se hacían en la calle. El Gobierno de Aznar recupera ese concepto erróneo que defiende que los sabios deben ser unos pocos. Y a un país le hacen falta las gentes. Todas las gentes. En la televisión, con esa mano de tijera que Dios ha regalado a la señorita Ridruejo, se acaba recortando por donde no debiera. Y en vez de utilizarla como arma de enseñanza, la convierten en arma de atontamiento.Al final se demuestra lo de siempre: la política de derechas quiere manipular a un pueblo presuntamente inculto. Ablandar las mentes hasta convertirlas en fácilmente manejables. Y mientras Margarita Mariscal se arranca por el flamenco, a Los del Río les queda poco para ser nombrados embajadores de honor del país. Se acabaron las oportunidades para todo lo que huela a alternativo. En fin, parece que desde las filas del Gobierno nadie ha caído en la cuenta de que lo están haciendo mal.-