El rioja y la Roca
El nuevo Gobierno de Madrid ha sido bueno para España, pero no hay duda de que ha sido una gran decepción para Gibraltar. Los valores de la Administración de Aznar -razón, sentido común y pragmatismo- parece que se evaporan cuando miran a la Roca. Como si fuera dirigido por Franco desde la tumba, Madrid ha sido más hostil a Gibraltar últimamente que cuando la frontera estaba cerrada.Malcolm Rifkind, ministro de Exteriores británico, viaja a España ( ... ) para tratar también la cuestión de Gibraltar y manifestar su indignación a su homólogo español, Abel Matutes. ( ... ) "Mi pulso no temblará", dijo el ministro de Exteriores español, "al cerrar la frontera con Gibraltar si fuera necesario". El conciliador Peter Caruana fue elegido ministro principal en la creencia de que España respondería de una forma favorable, pero los gibraltareños tienen que soportar hoy retrasos de hasta seis horas simplemente para cruzar la frontera con España. (... ) Rifkind debe aclarar que estos retrasos motivados por cuestiones políticas son inaceptables, incluso ilegales, y (...) sobre todo, que ha llegado el momento de que España aplique políticas más inteligentes. (...)
¿No puede dar Aznar un paso adelante e invitar a Caruana a negociar en Madrid? Ni su pulso ni el de su ministro de Exteriores necesitan temblar cuando alcen un vaso de rioja para brindar por unas relaciones mejores y más civilizadas con la Roca.
, 6 de junio
