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MOTOCICLISMO: GRAN PREMIO DE INDONESIA

Tres carreras, tres batallas

Doohan, Harada y Tokudome dominan una jornada competitiva

La primera visita del Mundial de motociclismo a Indonesia se saldó ayer con las victorias del australiano Mick Doohan (Honda) en 500cc y de los japoneses Tetsuya Harada (Yamaha) en 250cc y Masaki Tokudome (Aprilia) en 125cc. Los pilotos españoles tuvieron una actuación discreta en la segunda prueba de la temporada, disputada en el circuito de Sentul, y ninguno consiguió pisar el podio. Los mejor clasificados se quedaron a un peldaño del cajón, pues tanto Àlex Crivillé (Honda 500) como Luis d'Antín (Honda 250) fueron cuartos en sus categorías.Si la prueba inaugural, celebrada en Malaisia, vivió el festejo completo de los pilotos italianos -vencedores de las tres cilindradas-, ayer en Indonesia los éxitos estuvieron más repartidos. Doohan, campeón de la categoría reina, devolvió las cosas al sitio que todos esperaban y logró su primer éxito de 1996. Harada demostró en el cuarto de litro que el campeón Max Biaggi no está solo. Y otro campeón, el de 125cc, Haruchika Aoki, fue derrotado con sus propias armas, en la última vuelta, por su compatriota Tokudome.

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Fueron, además, tres carreras equilibradas, con batalla, tal como prometían los entrenamientos. En 500cc, Doohan quiso imprimir un ritmo fuerte desde el principio para escaparse y sentenciar pronto. Pero ganar le costó esta vez mucho más sudor, y no sólo por los 35 grados de temperatura ambiente.

El brasileño Alex Barros (Honda), el japonés Tadayuki Okada (Honda), el italiano Loris Capirossi (Yamaha) y los españoles Álex Crivillé (Honda) y Carlos Checa (Honda) siguieron la estela de Doohan en un pelotón estirado pero sin distancias. Okada fue la primera baja, víctima de un problema mecánico en su innovadora moto bicilíndrica. Pero los demás se agarraron a la espalda del líder y no le perdieron de vista.

Las diferencias fueron siempre mínimas, pero al mismo tiempo las posiciones apenas cambiaron. Una fila con Doohan, Barros, Capirosi, Crivillé y Checa formó convoy hasta la fase decisiva. Sólo cinco segundos separaban al primero del quinto. Pero no hubo movimiento. Ningún adelantamiento. Y esa fue la clasificación final. Sólo Crivillé, sorprendentemente recuperado de su lesión en la mano izquierda, realizó un último intento por alcanzar el cajón, pero no logró pasar a Capirossi, quizá molestado por pilotos doblados.

Más atrás, Alberto Puig (Honda) volvió a mostrarse muy prudente al comienzo, y perdió el primer tren. Después, progresivamente, mejoró s ritmo para terminar décimo, mas lejos de la cabeza que en Malaisia, pero más cerca en segundos. Juan Bautista Borja (Elf) no acabó. En el Mundial, la situación no puede ser más apretada. Manda sorprendentemente el brasileño Barros, por delante de Doohan y del italiano Luca Cadalora (Honda), sexto ayer. El mejor español es Carlos Checa, cuarto.

Max Biaggi y Tetsuya Harada enseñaron en Sentul que la categoría del dos y medio empieza y termina con ellos, por lo menos mientras el alemán Ralf Waldmann, tercero ayer, no esté recuperado de su lesión en la clavícula. El italiano, campeón del mundo en 1994 y 1995, y el japonés, campeón en 1993, exhibieron su superioridad sobre las 28 vueltas de carrera, y resolvieron un duelo trepidante, repleto de pasadas, roces, ataques y defensas, cuando quedaban muy pocas curvas. Ganó Harada y así empató la general del Mundial. Cada uno ha ganado un gran premio y ha sido segundo en el otro.

Luis d'Antín (Honda) cedió esta vez el portaestandarte de Honda. Lo recogió Waldmann, el teórico número uno de la marca japonesa, pero el madrileño prosiguió con su excelente inicio de temporada y terminó cuarto, con lo que mantiene la tercera plaza en el campeonato.

La carrera de 125cc fue la más desafortunada para los españoles. Emilio Alzamora (Honda) se cayó en la 13ª vuelta cuando peleaba por la victoria y Jorge Martínez Aspar (Aprilia) bastante hizo con lograr una digna quinta posición, tras padecer diversos problemas mecánicos. Peor le fue a Gelete Nieto (Aprilia), que se rompió la clavícula.

La victoria correspondió a Tokudome, verdugo de Aoki. Los dos japoneses fueron los protagonistas de la lucha desde que perdieron a Alzamora por el camino y se alejaron del alemán Peter Ottl (Aprilia), tercero. Otro de los notables, el italiano Stefano Perugini (Aprilia), vencedor en Malaisia, sólo pudo ser octavo tras una salida de pista.

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