Carnes torturadas
Casi nada de lo que se muestra en la exposición From London. permite una mirada reposada. Ni los torturados desnudos de Lucien Freud, siempre del natural, siempre más reales que la realidad; ni los retorcidos retratos de Auerbach, capas y capas de pintura que asemejan esculturas.La exposición, que reúne 55 pinturas y algunas decenas de grabados, está distribuida según la edad de los autores, de más viejo a más joven, con una única excepción. Se abre con Francis Bacon (Dublín, 1909Madrid, 1992), del que se exhiben cinco óleos entre los que destacan un famoso autoretrato de 1963, el Retrato de hombre bajando escaleras, de 1972, y dos impresionantes trípticos, uno realizado en 1983 y el titulado Tríptico inspirado en la Orestiada -de Esquilo-, de 1981. Le sigue Lucien Freud (Berlín, 1922), el nieto del inventor del psicoánalisis, que en 1994 tuvo una gran antológica en Madrid. De Freud se exhiben 10 obras, entre las que destacan sus famosos desnudos y Man in a chair (1983-1985), un demoledor retrato del barón Heinrich von Thyssen-Bornernisza. Continúa la exposición con Leon Kossof (Londres, 1926), del que se enseñan 10 pinturas y que, junto con Frank Auerbach (Berlín 1931), destaca por su extrema generosidad a la hora de utilizar los pigmentos. De Kossof se exhiben paisajes y desnudos, y de Auerbach se muestran 11 óleos, vistas urbanas y retratos. Michael Andrews (Inglaterra, 1928-1995) es de los menos conocidos y su pintura no tiene la densidad de pigmentos de los antes citados. De él se exponen 11 pinturas, entre las que destacan el retrato Tim Behrens, de 1962, y varios cuadros de paisaje. Por último, la exposición se cierra con Ronald B. Kitaj (Ohio, Estados Unidos, 1932), del que se muestran ocho cuadros que dan cuenta de su fascinación por los posimpresionistas y por el mismo Bacon. Se cierra el círculo.
Babelia
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