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La historia se pone al día

El Archivo Nacional reabre sus puertas tras fortalecer el equipo informático

, Nuevos ordenadores, mesas individuales y lámparas que dan una luz caliente y acogedora adornan desde anteayer la sala de consulta del Archivo Histórico Nacional (Serrano 115).

El objetivo de los archivos históricos no consiste sólo en conservar la memoria de la sociedad, sino también en facilitar la investigación de quienes quieren consultarlos. Y el Archivo Histórico Nacional se está fortaleciendo para ello con una red informática.

El Ministerio de Cultura, del que depende el archivo, ha instalado ya ordenadores para que el usuario haga sus consultas directamente, sin solicitarlo por escrito a los funcionarios. Pero los investigadores no pueden obtener aún los datos con la misma rapidez: consiguen físicamente los libros y documentos que los próximos años podrán consultar ya directamente en la pantalla. Con motivo de esta reforma, el almacén documental cerró sus puertas a los investigadores el 21 de diciembre de 1995, hasta anteayer.

"La aplicación informática al tratamiento de los documentos del archivo se tragará muchos millones de pesetas", considera Jesús Gaite, subdirector del archivo. Los presupuestos del Archivo Histórico Nacional de este año y el pasado suman más de 10,5 millones de pesetas, según fuentes del Ministerio de Cultura.

"Queríamos aprovechar la temporada navideña con poca gente para informatizar el archivo", comenta Jesús Gaite. "Pero no pudimos cumplir con nuestros plazos", añade. Problemas del suministro del mobiliario, especialmente de las sillas, causaron una demora de 15 días en la reapertura.

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El Archivo Histórico Nacional, fundado en 1866, atesora fondos procedentes de la Administración del Estado, de instituciones religiosas y civiles, y de archivos nobiliarios o familiares.

'Tos documentos sobre la Inquisición siempre atraen hacia este archivo a personas que estudian este tema", comenta el subdirector. El número de investigadores que frecuentan el archivo llega hasta 60 o 65 diarios.

Karin Schüller, profesora del Instituto de Historia Ibérica y Latinoamericana de la Universidad de Colonia (Alemania), es una de ellas. Está escribiendo un libro sobre el vínculo de los españoles y los irlandeses durante los siglos XVI y XVIL "He venido para averiguar cuántos estudiantes irlandeses hubo en la Universidad de Alcalá de Henares", explica la investigadora alemana.

Más de 45 kilómetros de estanterías ocupadas por la memoria de la historia de España llenan el edificio, construido hace 43 años, con sabor antiguo acorde con la documentación.

Desde anteayer, los investigadores tienen acceso libre, con el horario de siempre, a la nueva sala de consulta. Eso sí, por ahora sólo hay 40 asientos.

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