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Entrevista:

"Tras 'Goselle' iba a disolver la compañía por falta de dinero"

El Ballet de Víctor Ullate se convierte hoy en la Compañía de Danza de la Comunidad de Madrid. Tras casi seis meses de negociaciones entre el bailarín y coreógrafo y la Comunidad de Madrid se ha llegado a un acuerdo que firman hoy las dos partes: el ballet de Ullate recibirá del Gobierno regional una cantidad que ronda los 250 millones de pesetas, según fuentes próximas a la compañía. Este apoyo económico, unido a la realización de giras por el extranjero que la Comunidad facilitará a la compañía, evita la desaparición del Ballet de Víctor Ullate, también concertada con el Ministerio de Cultura. A cambio Ullate cede su formación para que represente y lleve el nombre de Madrid.

Ullate se siente avalado por el gran éxito de su Giselle en el Teatro de Madrid: de 41 representaciones, han colgado el cartel de completo en 39. Y el teatro ha recibido 7.000 llamadas solicitando entradas. "Las tres administraciones están dispuestas a cooperar con mi ballet porque esto ha sido muy fuerte", dice el coreógrafo.

P. En estos años también habrá habido momentos malos. ¿Cuáles han sido las peores dificultades?

R. Los problemas han sido siempre económicos. Lo que peor llevaba era la sensación de aprovecharme de la gente, mantener a mis bailarines aquí sin poder ofrecerles algo mejor. Llegó un momento en que preferí disolver la compañía a continuar sin ese apoyo económico y moral. Por eso cuando la Comunidad me dio tantas esperanzas se me abrió el cielo.

P. ¿Realmente estaba usted dispuesto a disolver su compañía si no hubiera recibido esta ayuda de la Comunidad?

R. Sí. Giselle iba a ser la despedida de la compañía, porque no se podía mantener. Mis bailarines reciben muchas ofertas fuera de España.

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P. Ahora podrá subir el sueldo a sus bailarines.

R. Lógico. Pero el apoyo de la Comunidad es un apoyo global, no sólo para sueldos.

P. ¿Continuará recibiendo dinero del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música como compañía concertada? [Hasta ahora recibían 50 millones de pesetas todos los años].

R. Tengo que agradecer esa ayuda, pero es que pagamos por impuestos todos los años 48,5 millones de pesetas. Así no puedo ni pagar los sueldos de los bailarines. El Ministerio de Cultura está dispuesto a mantener ese concierto.

P. Su escuela de danza ha sido una parte muy importante de su proyecto como coreógrafo.

R. La escuela es la base de todo. Cuando yo era bailarín sabía que iba a formar muy buenos bailarines. Es algo de mucha responsabilidad: los niños están en tus manos, ponen su ilusión en ti.

P. ¿Tiene sentido una compañía de baile sin una escuela detrás?

R. No tiene sentido. La escuela es la que da el mismo movimiento y homogeneidad a los bailarines.

P. Ahora que se convierten en la compañía oficial de Madrid, ¿contarán con otro local?

R. Nuestra escuela se queda muy pequeña. El horario que tiene la compañía para ensayar es muy corto, porque el horario para las clases es muy extenso. Es bueno separar la escuela de la compañía. Está en proyecto que la escuela tenga su propia sede en septiembre. La compañía contará con otra sede distinta. Tendremos cada año una temporada en el teatro de la Zarzuela, dos temporadas en el teatro Real, y actuaremos en todos los de la Comunidad.

P. Se habló de que el Teatro de Madrid podría ser la sede de su compañía.

R. No va a ser la sede de la compañía, pero nos lo ceden continuamente.

P. ¿Le preocupa que su compañía se politice?

R. No me preocupa trabajar con los políticos. En la Comunidad de Madrid el entendimiento es fantástico, son muy sensibles al arte. Nadie se va a meter en mi trabajo. Al contrario: están por ayudar. No va a haber directrices.

P. ¿Qué va a cambiar el Ballet de Víctor Ullate ahora?

R. No va a cambiar nada. Nos van a ayudar a divulgar el arte por el extranjero. Lo que sí cambia es que cuando tienes apoyo haces producciones que no harías si no tuvieras ese dinero. Tampoco es que ahora vayamos a nadar en oro. La Administración no está para tirar el dinero. Pero la compañía va a funcionar igual que antes.

P. ¿Cuál es su próximo objetivo?

R. La ilusión de formar parte de la Comunidad, que la ciudad nos reconozca. Eso me llena de orgullo y satisfación.

P. Dirigir la Compañía Nacional de Danza sería aún más satisfactorio. ¿Entra esa posibilidad en sus planes?

R. Llámelo como quiera. El caso es tener el apoyo de las personas que gobiernan el país. Hacer feliz a la gente con el arte es una forma de humanidad.

P. ¿Prefiere el repertorio clásico o el moderno?

R. Yo siempre he dicho que la danza es música y movimiento. Hay público para todo.

P. ¿Cuál es el número ideal de miembros para una compañía como la suya?

R. Mi propósito es que para 1997 mi compañía se amplíe a 40 bailarines [en estos momentos son 20]. Cuando tenga una gran producción clásica podrán intervenir los bailarines de la escuela.

P. ¿Por qué no llegó a un acuerdo como éste con el anterior Gobierno regional?

R. Nunca tuve una conversación de este tipo con ellos. Ruiz-Gallardón venía a ver mis espectáculos. Yo le llamé por teléfono para felicitarle cuando le nombraron presidente; él quiso verme y tuvimos una conversación muy amena.

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