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Entrevista:LOS ESPAÑOLES CIUDADANOS DE LA UE

"El Mediterráneo es un solo mar y tres religiones"

lsaac Siboni, de 50 años, presidente de la Asamblea Universal sefardita y una de las principales figuras del foro, Euromed de la Conferencia. de Barcelona, opina que la visión global de los problemas del Mediterráneo supone un cambio, esencial para resolver los conflictos de la zona.Siboni, un gran animador del diálogo entre religiones, impulsa la creación de una "pequeña ONU religiosa" en España, porque considera que "el diálogo entre hombres de fe resulta esencial para abrir nuevos caminos a la paz

Pregunta. ¿Qué resultados concretos espera de la Conferencia euromediterránea de Barcelona?

Respuesta. Me parece una iniciativa sumamente importante. La Conferencia introducirá las mentes de muchos dirigentes por el carril del diálogo, de la cooperación. Esto es una novedad muy significativa.

P. ¿Cree que se abrirá paso una visión global de una zona tan variada y a menudo enfrentada?

R. Sí, el solo hecho de formular esta visión global me parece un cambio formidable. Empezar a pensar que todos vivimos en un área común, con tradiciones muy ricas y una historia compartida que, efectivamente, no siempre ha sido pacífica, supone empezar a considerarnos vecinos y, por tanto, partícipes de muchos elementos comunes.

P. El Mediterráneo es también la cuna de algunas de las más importantes religiones, ¿puede favorecer este factor los procesos de paz o, Por el contrario, alimentar la tensión?

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R. Hay una definición que me gusta mucho, según la cual el Mediterráneo es un solo mar con tres religiones. Me parece un buen punto de partida.

P. ¿Qué responsabilidad tienen las religiones en los movimientos xenófobos europeos?

R. Yo creo que la xenofobia contra los inmigrantes, sobre todo del norte de África, tiene otros componentes más influyentes que el religioso. Uno de los fundamentales, aunque no se habla de él con nitidez, es la crisis económica. En la Unión Europea, pese a ser uno de los territorios más prósperos del mundo, hay un porcentaje de desocupa dos alto. Por eso es fácil echar la culpa a ese extrañó que viene a quitarnos el trabajo. No es casualidad que la xenofobia no se refiera a los extranjeros ricos.

P. ¿Qué otros elementos percibe?

R. A menudo se considera al inmigrante pobre como un foco de conflictos que viene a distorsionar nuestra cómoda manera de vivir. Hay miedos muy diversos, pero no creo que el factor religioso sea esencial.

P. ¿Ve soluciones a corto plazo?

R. Bueno, me parece fundamental que la inmigración no supere unos niveles determinados. Esta es una condición básica para que las sociedades europeas no, se pongan a la defensiva. Pero veo difícil el progreso de valores como la solidaridad o la caridad.

P. Algunos de los conflictos más enconados del Mediterráneo, como el de Oriente Próximo o el de Bosnia, parecen haber tomado el camino de la paz.

R. Sí, es cierto. El conflicto de Oriente Próximo, por ejemplo, es muy antiguo, y hace sólo unos pocos años parecía irresoluble. Sin embargo, va por la senda acertada. Estoy convencido de que el progreso de la paz en Oriente Próximo será un ejemplo importantísimo para el resto de los focos de guerra.

P. ¿De qué manera el diálogo entre líderes religiosos ha favorecido el proceso de paz?

R. Mucho. Hace quince o veinte años, empezó un diálogo entre líderes religiosos católicos y judíos. Esto antes no había ocurrido. Pues bien, cuando esa iniciativa fue tomando cuerpo se sumaron hombres del mundo islámico. Esto ha sido fundamental

P. Usted tiene una abundante experiencia personal en los encuentros interríeligiosos, ¿realmente es posible la conciliación entre religiones enfrentadas desde hace tantos siglos?

R. En cuanto se sientan alrededor de una mesa unos hombres de fe, no resulta nada difícil que se produzca una comunicación casi inmediata. Ésa es al menos mi experiencia. En Oriente Próximo los contactos entre líderes religiosos han sido muy positivos.

P. En la guerra de la ex Yugoslavia cada comunidad se define también por una personalidad religiosa específica.

R. Sí, pero a la hora de encontrar las soluciones ha quedado en evidencia que los problemas no eran religiosos, sino territoriales. Las soluciones han pasado por criterios de distribución del territorio y factores económicos. Nadie ha mencionado sus creencias.

P. Usted pretende crear un foro permanente de debate entre religiones en España. ¿Por qué?

R. Porque me parece fundamental el diálogo de los hombres de fe. Y además, porque España es el lugar adecuado, por su historia. Ningún líder religioso islámico, por ejemplo, estaría dispuesto a irse a Viena a hablar de su fe con un católico o un judío. Sin embargo, sí quiere venir a Madrid. Aquí se siente cómodo, como en casa.

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