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Los sueños frustrados: de Gullit a Figo

Los fichajes de Mendoza tienen su lado oscuro, el de aquellos jugadores (y un entrenador, Sacchi) que, por una causa u otra, se le escaparon de las manos. Quién sabe si de fichar a Popescu, hombres como Spasic o Rocha hubieran vestido la casaca madridista. Quién sabe si Gullit habría sido el hombre que necesitaba a su lado La Quinta del Buitre para alcanzar el trono europeo.Quién sabe qué porvenir habría tenido Maradona en el Madrid. Mendoza reconoce que no siempre puso todo su empeño en alguna adquisición (Rubén Sosa, o Klinsmann) porque no estaba del todo de acuerdo con el entrenador de turno. Guarda en su memoria una docena de fichajes frustrados.

Popescu. "Me fui a ver a Popescu cuando estaba concentrado con la selección de Rumania a una ciudad de la costa de Liguria, en Italia. Popescu tenía 22 años y a mí me gustaba mucho. Pero a Toshack no tanto y ahí primó su opinión".

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El estilo Mendoza

Maradona. "Estuvo en mi casa, porque yo tenía gripe. Estaba por entonces en el Nápoles y quería venir al Madrid. Llegó acompañado de Jorge Valdano. Me ofreció una negociación que incluía derechos comerciales y de imagen que yo no entendía bien. Era una oferta complicada. En ese momento, era un problema aceptarla. Era un fichaje caro".

Gullit. "Quise ficharlo en 1987. Estaba en el PSV Eindhoven. La plantilla se fue a descansar a Tenerife, al hotel Botánico. Hice una indagación con el gerente del club holandés y llegué a tenerlo apalabrado en unos cinco millones de dólares. Pero se me cruzó el Milan en el camino con una oferta de diez millones y no hubo nada que hacer. Allí en Tenerife nos llegaron a ofrecer al brasileño Ronaldo, pero no nos atrevimos con el fichaje porque tenía 17 años y no sabíamos cómo podía responder en un club grande de Europa. Posteriormente, tuve la posibilidad de ficharlo años después cuando me lo ofreció Berlusconi, pero ya no era el mismo Gullit".

Sacchi. "Estuve en casa de Berlusconi hablando con Sacchi, que quería venir al Madrid. Hubo unos días fáciles, donde él estaba dispuesto, pero ahí se cruzó una oferta del presidente de la federación italiana, Matarrese. Cuando lo volví a intentar, me dijo que no podía faltar a su palabra. Era un caballero. Fue en marzo de 1991".

Rijkaard. "Le ayudé a fichar por el Milan. Berlusconi, por entonces con poca experiencia, tenía dudas con este jugador, que había estado en el Zaragoza. Me llevé a Beenhakker para que hablara con Berluscon¡ y el técnico le resolvió todas esas dudas".

Figo. "Es uno de los fichajes cuyo fracaso más me ha frustrado. Se nos cruzó el Barcelona. Estuve con su representante; había un principio de acuerdo. Quedó en volver, pero se fue a Barcelona. Ahora lo entiendo mejor porque el tenía un problema con el contrato que había firmado con el Parma y veo que Stoichkov ha terminado en el Parma. No creo que haya sido casualidad".

Guerrero. "Fue muy correcto en la negociación, pero no quiso venir. No fue un problema de dinero. Sencillamente, o tuvo miedo o es que no quiso".

Caminero. "Siempre ha sido un jugador que me ha interesado para el Madrid. Pero no le gustaba ni a Benito Floro ni a Jorge Valdano".

Simeone. "Me lo ofreció Luis Cuervas, pero en ese momento habíamos comenzado la operación de contratación de Redondo".

Rubén Sosa. "Retrasé intencionadamente su fichaje, a pesar de la insistencia de Valdano, porque me parecía que eso iba a dar al traste con el futuro de Zamorano en el Madrid".

Klinsmann. "Hicimos una probatura con él, porque Beenhakker estaba empeñado en su contratación. Tampoco hice demasiado por ficharle".

Matthäus. "Me vino a ver una noche desde Milán a Ginebra, porque deseaba venir al Madrid. Pero mi amigo Pellegrini, presidente del Inter, puso un precio que hizo imposible la operación".

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