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Reportaje:

El arzobispo de las 1.500 mujeres

George Carey llega de Canterbury para consagrar mañana al nuevo obispo anglicano español

A George Leonard Carey, arzobispo de Canterbury y líder de 70 millones de anglicanos, últimamente le hablan siempre de mujeres. También en España, país que visita por vez primera para consagrar mañana obispo de la Iglesia Española Reforma da Episcopal a Carlos López Lozano, de 33 años, casado. Carey no puede evitar hablar de mujeres, porque se le considera, con razón, principal impulsor de la ordenación de mujeres presbíteras."Les aseguro que sólo dedico un 2% de mi tiempo a este tema", aclaraba ayer a los / las periodistas españoles / as. Pero de mostró que esa fracción de tiempo la aprovecha: "Hay ya unas 1.300 presbíteras. Es importante que hombres y mujeres trabajen y aprendan juntos. En un futuro, algunas de esas presbíteras ocuparán cargos de importancia en la Iglesia anglicana. Estoy convencido de que, tarde o temprano, todas las iglesias tendrán que responder al reto de ordenar mujeres sacerdotes".

A Carey, sus detractores le achacan que, con la decisión de ordenar mujeres, ha provocado una desbandada de anglicanos al catolicismo. "Habíamos calculado que unos 4.000 presbíteros podrían irse en señal de protesta", dice, "pero sólo han sido 250, y muchos de ellos, de avanzada edad. No ha habido ninguna desbandada". El arzobispo niega que conversiones como la de la duquesa de Kent sean especialmente significativas: "Yo sabía que Kent", dice Carey, "estaba en un peregrinaje espiritual que le llevaría a la Iglesia católica romana. Respeto esa opción si concede paz espiritual". Y zanja el tema: "No creo que Dios esté tan interesado en denominaciones e iglesias como nosotros".

Otro asunto polémico en el que Carey, no tiene inconveniente en entrar es el de la homosexualidad y los clérigos, tras los casos registrados en el Reino Unido de pastores que han reconocido públicamente esa inclinación sexual. "Es algo que afecta a todas las iglesias", señala. "Dios ama a los homosexuales como a todas las personas. Por tanto, yo rechazo toda homofobia. Dicho esto, tengo que aclarar que la Cámara de Obispos de la Iglesia de Inglaterra, en un documento sobre sexualidad, ha definido que espera de los clérigos dos tipos de vida: fidelidad matrimonial o celibato. Hay plena libertad en elegir entre esas dos opciones. No hay obstáculo para admitir clérigos homosexuales, pero no admitimos la práctica homosexual. Sé que este planteamiento no ha agradado a todo el mundo, pero es mayoritario en el anglicanismo".

Carey dice estar sumamente interesado en el ecumenismo. "Todos los cristianos tienen que ir hacia la unidad; estoy convencido de que ésa es la voluntad de Cristo", asegura. "De ahí que yo busque en cada viaje entrevistarme con líderes de otras confesiones y que aproveche mi estancia en España para dialogar, sin temario, con miembros de la Conferencia Episcopal de la Iglesia católica romana española". El arzobispo no oculta que con el Vaticano hay aún muchas discrepancias. "Pero no estamos en guerra, no hay hostilidad entre nosotros. Desde el Concilio Vaticano II, las relaciones son más profundas y cordiales. Ahora bien, nos separan importantes desacuerdos teológicos, como la autoridad del Papa. Nadie en la comunidad anglicana niega la importancia del obispo de Roma, el Santo Padre, pero la cuestión es cómo se ejecuta esa autoridad . Él mismo reconoce que es una cuestión muy seria".

Sugiere que podría avanzarse hacia un santoral común cristiano: "El calendario anglicano incluye nombres de mártires no anglicanos. Por ejemplo, está Óscar Romero [arzobispo de El Salvador asesinado por los ultráderechistas], pero también otros que no sé si los católicos querrían incluir, como el del arzobispo de Kampala (Uganda), monseñor Luwum, asesinado por el régimen de Idi Amín Dadá".

El nuevo obispo, Carlos López Lozano, elegido democráticamente por las congregaciones locales, expone el panorama de su mandato: "La Iglesia Española Reformada Episcopal tiene 7.000 fieles españoles y 32.000 británicos que residen aquí. Ya no son los tiempos de Franco, cuando construyeron el mercado de Barceló para tapar la visión de nuestra catedral, en la calle de la Beneficencia".

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