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Los CFC, esos compuestos insistentes y perniciosos

Mario Molina nació en México y es un hombre reposado que habla "quedito", como él dice; con sus grandes ojos capta rápidamente todo lo importante. Ahora está en el MIT (EE UU). Rowland es un típico estadounidense, de cási dos metros, rubio, con ojos azules, que ha dedicado sus últimos años a la creación del departamento de Química en Irvine.Ellos dos, junto con Crutzen, han dedicado años a investigar las amenazas químicas a la atmósfera. El ozono está formado por tres átomos de oxígeno y nos protege de los rayos ultravioletas del sol, porque es la única molécula atmosférica que captura o absorbe esa radiación. Durante este proceso, la molécula se rompe y libera energía, calentando la estratosfera. Estas moléculas de ozono se regeneran al reaccionar un átomo de oxígeno con una molécula del mismo elemento.

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El ozono excitado vibrorotacionalmente debe ceder parte de esa energía a otras, moléculas con las que choca para estabilizarse, pues de lo contrario se disocia de nuevo en los reactantes iniciales. Estas reacciones han tenido lugar en la estratosfera a, un ritmo constante durante millones de años, y han protegido a los seres vivos de la peligrosa radiación ultravioleta.

Molina y Rowland fueron los primeros en dar la voz ole alarma al percatarse, a principios de los setenta, del efecto, sobre el ozono de los CFC, moléculas muy estables en las que diferentes halógenos se combinan con el metano y el etano.

Los CFC se utilizaban como Propulsores en los pulverizadores y en los sistemas de refrigeración, y aún hoy se usan, aunque están empezando a ser sustituidos. Ascienden poco a poco hasta la estratosfera, donde los fotones solares llegan con suficiente energía para romper dichos enlaces y liberar los átomos de halógeno.

Estos átomos destruyen la molécula de ozono y se regerteran después, esto es, actúan como catalizadores, y pueden continuar su labor destructiva.

Hoy está demostrado que la destrucción aumenta si estos átomos . de halógeno se adsorben sobre cristalitos de hielo, como ocurre sobre las nubes de los polos, especialmente en la Antártida, y de ahí el agujero de ozono que se observa durante la primavera austral en buena parte de Suramérica. Los óxidos de nitrógeno también destruyen el ozono, por lo que el Congreso de EE UU canceló el desarrollo del avión SST, que volaría como el Concorde por la estratosfera y contribuiría a la degradación.

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