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Entrevista:

"Nunca pagaré a ningún delincuente"

Después de un año y medio en el cargo, Margarita Robles asegura que está cumpliendo su compromiso de lucha contra la corrupción y pone como prueba la captura de Luis Roldán. Le "estremece" que haya personas reconozcan su participación en la guerra sucia o que defiendan estos métodos ilícitos impunemente.

Lo delicado del cargo no le hace ser una persona grave ni solemne. Incluso en momentos duros -y ha pasado más de uno desde que Juan Alberto Belloch le hizo viceministra- no pierde la sonrisa. Eso sí, cuando saca el genio, dicen que es temible. En los últimos días se ha publicado que ella y sus compañeras de Justicia y Asuntos Penitenciarios han estado a punto de tirar la toalla. Pero Margarita .Robles asegura que es "absolutamente falso" lo que se ha dicho sobre su dimisión y la de sus compañeras María Teresa Fernández de la Vega y Paz Fernández Telgueroso. Quienes más la conocen aseguran que Robles es leal a Belloch poco menos que hasta la muerte.-Belloch ha ligado su destino al de Felipe González. ¿Ha unido usted el suyo al de Belloch?

Evidentemente.Tengo un compromiso personal con Belloch. Creo que es una persona honesta, íntegra, un gran político... No soy nada objetiva hablando de él, ni pienso serlo. Mientras él esté aquí y sigamos trabajando como hasta ahora, defendiendo nuestros ideales y siendo muy intolerantes con . la corrupción, pienso continuar aquí.

Poco parecen importarle a la viceministra de Interior las duras críticas que viene recibiendo Belloch en los últimos meses por los denominados papeles de Laos (la, detención de Luis Roldán), por haber acabado imponiendo él fajín de general a Enrique Rodríguez Galindo o haber introducido: en el palacio de la Moncloa al abogado Jesús Santaella, defenso de Mario Conde y el coronel Juan Alberto Peíote. Sobre todo por este último asunto. Pero Robles mantiene inquebrantable la fidelidad a su jefe: "Él ha dado unas explicaciones que convencerán a unos y a otros no. Lo único que, puedo decir es que desde esta casa nunca se va a admitir ningún chantaje de nadie".

-Pero el asunto de Santaella huele bastante a chantaje, ¿no?

-Cada uno que huela lo que quiera. Yo lo que sí puedo decir es que no vamos a admitir chantaje alguno. Creo que lo hemos demostrado. Y hay una cosa cierta: Conde y toda esta gente no han tenido el menor éxito. No . amos a tener ningún tipo de contemplaciones con los corruptos, y creo que nadie, nadie, debería tenerlas.

Dice que no se siente cansada "en absoluto" después de un año y medio al frente de Interior, pese a que ha sido raro el día que no le ha estallado una bomba bajo los pies o le ha resucitado algún cadáver. Se siente "satisfecha` y cree que se está cumpliendo su compromiso de lucha contra la corrupción. "Creo que se han hecho muchas cosas en este campo, aparte de la detención de Roldán", dice. Y agrega: "Se está trabajando sin ningún tipo de complejos".

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Todo lo que sabe sobre los jefes de la Guardia Civil que pudieran estar relacionados con el caso Roldán ha sido comunicado a, los jueces, proclama. Teme que el escándalo Roldán salpique a los 75.000 agentes del cuerpo que "están trabajando en unas condiciones penosas, lamentables, con falta de medios y con uña gran entrega". y cree que en la Guardia Civil se ha hecho "lo que hay que hacer".

-¿Entre lo que usted dice que había que hacer está el ascenso de Enrique Rodríguez Galindo a general?

.-Eso ha sido decisión del Consejo de Ministros. Ignoro qué elementos de juicio tuvo para tomar la decisión que en ese momento pensó que era la más oportuna. Pero me niego a personalizar: junto con Rodríguez Galindo hay muchísimos profesionales que están o han estado en el País Vasco. Galindo solo no hubiera podido hacer el trabajo. Es mucha Ia gente que ha colaborado y que, incluso, ha dado su vida.

Margarita Robles sostiene que no ha encontrado pruebas de que alguien haya hecho negocio con la lucha antiterrorista y advierte que será "implacable contra cualquier tipo de corrupción". No tiene pruebas de que alguien se haya forrado en el pasado con la lucha anti-ETA. "Otra cosa son intuiciones, que son puramente personales. Si. algún día encontrase el más mínimo indicio de eso o de cualquier conducta delictiva, lo pondría en conocimiento de los jueces".

. -¿Ha encontrado muchos cadáveres en Interior?

.No acostumbro a hablar del pasado porque creo que eso les corresponde a quienes gestionaron, el pasado. El pasado no me corresponde a mí juzgarlo.

-¿No está, en cierto modo, atrapada o condicionada por el pasado?

-No. Durante el año y pico que llevo aquí no me he sentido para nada atrapada por el pasado. En mi vida no he tenido más ataduras que la legalidad y mi conciencia.

-¿Ningún alto cargo le ha advertido que se atenga a las consecuencias si le destituye?

-Para nada. La prueba es que ha habido bastantes cambios. Y, desde luego, si alguien me lo dijera a los dos minutos estaba destituido. Tengo bastante poco miedo para estas cosas. Si un Estado basa su seguridad en personas concretas, es que algo falla. No me creo que ni yo ni nadie seamos imprescindibles.

-¿Fue un error suyo haber. cortado el grifo económico a José, Amedo y Michel Domínguez, tras lo que ambos empezaran a hablar de los GAL?

-No tengo constancia de que se les pagara. Pero yo no voy a pagar nunca a ningún delincuente. Amedo y Domínguez estaban condenados por un tribunal, y no seré yo quien pague a unas personas no se en razón de qué. No sé lo que se hacía antes. Pero aquí no se va a pagar a nadie que no tenga un contrato y que no esté dentro del marco legal para que se le pague, que no creo que fuera el de esos dos señores.

Como se autodefine "austera", está segura de que tendrá suficiente con los fondos reservados que tiene asignados para este año,. sin necesidad de ampliar esa partida. José Luis Corcuera, siendo ministro de Interior,, regalaba joyas en Navidad a las esposas de sus colaboradores. Robles, en cambio, hace "trabajar muchas horas" a su gente. Ella, que es magistrada, tiene un respeto escrupuloso hacia el trabajo judicial y ni siquiera censura que la justicia investigue el uso de los fondos reservados. Es más, piensa que no es eso lo que ésta hace, sino que investiga hechos delictivos".

-¿Hay alguna situación que pueda justificar el uso de la guerra sucia contra ETA?

-Tengo clarísimo, y mucho más con la experiencia que tengo ahora, qué la única forma de luchar contra cualquier tipo de delincuencia es desde la legalidad. No tengo ninguna duda ni en lo teórico ni en lo práctico. Esto lo puedo afirmar sin matices: en la lucha contra ETA no hay otro marco que la legalidad.

¿No comparte las explicaciones que otros han dado sobre los GAL y la ofensiva etarra que había en los años ochenta?

Hay una cosa cierta, aunque no sirve para justificar la denominada guerra sucia: no es justo juzgar con la perspectiva de 1995 lo que ocurrió en 1983 y 1984. No es lo mismo actuar con una presión de 200 muertos al año que con, desgraciadamente, 13 muertos, como ocurrió en 1994.La perspectiva es totalmente diferente. Pero nunca, desde cualquier punto de vista, ni siquiera desde el de la propia eficacia, se puede admitir ningún tipo de guerra sucia.

-¿No cree que hoy hay suficientes indicios para afirmar que en otra época hubo guerra sucia?

-Lo único que sé es que hay algunos señores que asumen haber participado en la guerra sucia. La persona que lo asume, como [el ex dirigente socialista] Ricardo García Damborenea, y que sigue defendiendo la guerra sucia me merece bastante poco respeto, por no usar otra expresión más dura. No se puede salir impunemente a defender a los GAL

La viceministra confiesa que le "estremece" la actitud de esos altos cargos de Interior que reconocen "sin ningún tipo de arrepentimiento , haber participado en actividades de los GAL. Y reconoce que la aparición de los GAL provocó una marcha atrás en el rechazo social a la violencia. Lamentaría marcharse de Interior sin haber aclarado el secuestro y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala a manos de los GAL. Paralelamente sostiene que con ETA "no se puede hablar mientras siga matando".

-¿Es, verdad, como dice el dirigente del PP Álvarez Cascos, que en Interior mandan. los sindicatos de la policía?

-Cascos tiene una enorme ignorancia sobre el Ministerio de Justicia e Interior y, además, faltando al respeto a los cuerpos de seguridad. Lo único que ha logrado es que la policía y la Guardia Civil, y quizás su propio partido, estén en su contra. Los electores del PP tienen derecho a líderes más enterados.

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