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España es el país que da una ayuda al desarrollo de peor calidad, según Intermón

La cooperación con el Tercer Mundo alcanza por primera vez la media de la OCDE

España ha llegado ya a la media de la OCDE en cuanto al porcentaje de riqueza destinado a ayudar al Tercer Mundo. Sin embargo, está a la cola en la parte de esa Ayuda Oficial al Desarrollo volcada en los países más pobres: sólo un 10%, cuando la media de la OCDE es del 24%. Además, es el país que más vincula esta ayuda con el negocio -la adquisición de bienes y servicios-: un 86%, cuando la media es del 31%. A partir de estos datos del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE, la organización humanitaria Intermón ha elaborado con otras 20 asociaciones de 13 países un informe muy crítico: "España es el país que ofrece una ayuda al desarrollo de peor calidad". Ése es el resumen.

El tercer informe anual de Intermón sobre la Realidad de la Ayuda, presentado ayer en Madrid y Barcelona, muestra la preocupación de las ONG por que la cooperación oficial de España con el Tercer Mundo se mueve por intereses comerciales más que en ningún otro de los 22 países del CAD. Aparte de ser el que más vincula estos créditos a los acuerdos comerciales, los destinatarios no son precisamente los países más pobres. En los últimos años, los países más beneficiados de la ayuda española -en torno a 166.000 millones en total el año pasado- han sido México, China y Marruecos. "Indonesia se ha colocado ya en el cuarto puesto", destacó Ignacio de Senillosa, autor del informe. "O sea, que además no se condiciona la ayuda al respeto a los derechos humanos y a los esfuerzos de democratización"."Por si fuera poco", señaló Senillosa. "El porcentaje que dedicamos a necesidades básicas, como salud, educación y nutrición, se mueve en tomo al 3% de toda la ayuda". Aunque reconoció que este porcentaje es una mera estimación, al contrario de los otros, que proceden de informes de la OCDE.

Si en la calidad España es muy criticable, en la cantidad está mejorando, aunque sin alcanzar las previsiones de las ONG y la Plataforma del 0,7%. En 1991 dedicó un 0,24% del Producto Interior Bruto al Tercer Mundo; en 1994, un 0,27%; y en 1995 se moverá entre el 0, 31 % y el 0, 35%. Esta tasa nos coloca más o menos en la medía de la OCDE, a la altura de países como Austria, Suiza y el Reino Unido; por encima de países como EE UU, Japón e Italia; y por debajo de Noruega, Suecia y Dinamarca (en torno al 1%) y Holanda (0,8%).

El estudio de Intermón, que pertenece al Consejo de Cooperación, recoge otros dos aspectos "muy positivos", según Senillosa, en España: "El espectacular aumento de la cooperación descentralizada" (gobiernos autónomos, diputaciones, ayuntamientos, cabildos) -con Navarra y el País Vasco a la cabeza- y la "amplia sensibilidad de la sociedad".

En una reciente comparecencia del Secretario de Estado para la Cooperación, José Luis Dicenta, señaló que estas acusaciones de Intermón son "injustas": "Nos atenemos a los principios que marca el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, y en concreto en lo que se refiere al respeto a los derechos humanos". Aunque no dio cifras concretas, se remitió también a las ayudas que España presta al Tercer Mundo a través de la UE -40.000 millones- y de los organismos de Naciones Unidas.

Respecto a las críticas por la lentitud en los aumentos hasta llegar al 0,7% antes del 2000, Dicenta aclaró: "Apuesto por una progresión paulatina, bien hecha, con calidad y garantías, más que por un salto espectacular que se nos puede escapar de las manos".

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