El 'lobby' de Conde, en la judicatura
La campaña psicológica de Mario Conde y su abogado Mariano Gómez de Liaño en la judicatura para frustrar la prórroga del juez Manuel García-Castellón como juez de apoyo del juzgado central de instrucción número 3 está en su fase final: La comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tendrá que adoptar su decisión el próximo martes, día 25 de abril, dos días antes del vencimiento del mandato.Cualquier abogado de Madrid que se precie dice saber que Conde yA ha conseguido lo que desea: cargarse a García-Castellón. Conde y la familia Liaño han sido capaces de preparar la puesta en escena, pero les falta lo más importante: asegurar su victoria el martes.
Las investigaciones de García-Castellón y el fiscal Florentino Ortí ha progresado al punto suficiente como para que Conde sepa que no tiene nada que ganar si se mantiene al mismo juez hasta completar la instrucción del sumario. Entre García-Castellón y el titular del juzgado, Miguel Moreiras, el ex banquero prefiere a éste último. El primero le envió a prisión el pasado 23 de diciembre de 1994, peor entonces no le puede ir.
Lo curioso es que todas las evidencias apuntan a que la comisión permanente del CGPJ apoyará la prórroga del mandato del juez García-Castellón ya que, en caso contrario, los centenares de asuntos que tiene entre manos -de hecho se trata de un nuevo juzgado- se acumularían a los que ya lleva desde tiempo inmemorial Moreiras. Esas evidencias son una solicitud de la prórroga, por unanimidad, de la sala de gobierno de la Audiencia Nacional, un informe favorable del presidente, Clemente Auger, y del presidente de la sala de lo penal, Siro García.
No obstante, en las últimas horas han circulado versiones sobre un presunto informe elaborado por el secretario general de la comisión permanente del CGPJ, Jesús Gullón, que sería contrario a prorrogar a García-Castellón como juez de apoyo. Falso. Ayer, Gullón dijo a éste cronista que no ha elaborado ningún informe y que es el jefe de la inspección, Román García Varela, el encargado de. hacerlo. Aunque dicho informe no está firmado, fuentes solventes aseguran que en aquello que ya está elaborado será favorable a la prórroga.
¿Por qué entonces esa sensación de victoria de Mario Conde? Primero, porque el hermano de Mariano Gómez de Liaño, Javier, es vocal del Consejo del Poder Judicial, y no es precisamente un personaje mudo; segundo, porque Moreiras ha elevado un escrito contrario a la permanencia de García-Castellón, en el que argumenta la posible inconstitucionalidad de la medida, caso de prolongarse.
La mayoría de los juristas estima que el motivo no tiene peso porque a partir de 1994, por ley orgánica, puede haber dos jueces en un mismo juzgado.
García-Castellón fue nombrado el 25 de octubre de 1994 por la sensación de casa inundada que presentaba el juzgado de instrucción número 3. Sin embargo, aquellos que quieren ahora borrarlo del mapa de la Audiencia Nacional -Conde-Liaño y Moreiras, respectivamente- lo desean por el caso Banesto: Los primeros porque saben que con él no pueden maniobrar; el segundo, porque el caso Banesto es una nueva medalla en el pecho junto a los casos de las facturas del IVA, PSV, KIO y cesiones de crédito entre otros.
El próximo martes 25 los miembros de la comisión permanente del CGPJ tendrán que adoptar la decisión. Pascual Sala, su presidente, está ausente, en Rusia, por lo que serán cuatro con voto (José Luis Manzanares, José Antonio Zarzalejo, Wenceslao Díez Argol y Soledad Mestre) y uno sin él (Jesús Gullón) los que debatirán el asunto a la vista de los informes. Si fracasa, Conde y Liaño han preparado otra trampa: la recusación de García-Castellón por utilizar pruebas obtenidas de modo ilícito a través del informe de Kroll. Será necesaria una gran dosis de prestidigitación para probar que tanto el gobernador Luis Angel Rojo como el juez García-Castellón se inspiraron en los detectives anglosajones.
En todo caso, el propósito del juez García-Castellón de ir a un juicio rápido, sin dilaciones, una vez terminada la instrucción, dentro de algunos meses, no será fácil. El más interesado en dilatar el proceso se llama Mario Conde.
