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Vísperas calientes para un "derby"

Los presidentes del Sevilla y Betis firman la paz después de cruzarse insultos y amenazas

El derbi sevillano se calentó desde la cúpula. 72 horas antes de que el balón comience a rodar mañana en el Sánchez Pizjuán los presidentes del Sevilla y del Betis recibieron ya tarjeta roja. Luis Cuervas y Manuel Ruiz de Lopera casi llegaron a las manos en una tertulia radiofónica de la Cadena Cope de Sevilla, que tuvo que suspenderse antes de la hora prevista. Los presidentes, en un ataque de soberbia, hicieron que el programa terminara en medio de un cruce de amenazas e insultos con la Delegada del Gobierno en Andalucía, Amparo Rubiales, envuelta en la refriega. Ayer ambas directivas se hermanaron en un acto convocado en el campo del Betis.Cuervas y Lopera habían mantenido, por distintos motivos, conductas que restaban presión al partido. En el Sevilla se piensa que son ellos los que más tienen que perder mañana, y desde el Betis se opina que calentar el ambiente propiciaría un gran éxito económico al eterno rival. Todo fue bien hasta que los dos mandatarios se sentaron ante los micrófonos de una radio y la eterna rivalidad de Betis y Sevilla se puso como objeto del debate.

Discutión acalorada

El altercado comenzó cuando Ruiz de Lopera habló de la recuperación del crédito y del prestigio del Betis desde su llegada al club. Antes habían hablado periodistas, jugadores y ex jugadores y técnicos de ambos clubes, incluso algún directivo, con dosis de ironía aunque en buen clima. Cuando Cuervas cortó la intervención del presidente rival destacando la labor de anteriores dirigentes béticos la cosa cambié. Lopera centró entonces su discurso en desviar la atención sobre el derbi, y pedir a su afición que se interese más por la eliminatoria de Copa frente a la Real Sociedad y la visita del Madrid al Villamarín el domingo siguiente. La conversación se alteró y ambos dirigentes se insultaron y amenazaron. "No seas desgraciado", dijo Cuervas a Lopera, quien replicó: "No se puede venir a los sitios cargado de whisky", mientras Amparo Rubiales intentaba sin éxito apagar la acalorada discusión.

La tensión ha crecido tanto en las últimas horas que hasta dos de los extranjeros del Sevilla y del Betis, el croata Suker, y el serbio Stosic, han sido capaces de extrapolar a este partido los sentimientos que vivían en la extinta Yugoslavia cuando se alineaban en el Dinamo de Zagreb y en el Estrella Roja de Belgrado, respectivamente.

El enfrentamiento entre Cuervas y Lopera, es quizá un nuevo capítulo, hasta ahora no vivido la historia reciente, de la rivalidad entre los dos clubes. En la madrugada del viernes, en la misma emisora, en su programa nacional de deportes, Cuervas y Lopera cambiaron los insultos por abrazos, e incluso fuera ya de micrófono convirtieron los, abrazos en besos fraternales, según uno de los periodistas de Cope Sevilla. Ayer el hermanamiento se institucionalizó en el Villamarín, donde ambas directivas se reunieron afablemente.

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