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La banca tilda de "peligrosa" la ley que abarata cambiar de hipoteca, en vigor desde ayer

Jesús Mota

La polémica entre bancos, partidos políticos y usuarios sobre la rapidez con que se trasladan al cliente los recortes oficiales del precio del dinero fructificó finalmente ayer. La ley que abarata el cambio de hipoteca, aprobada unánimamente por el Congreso de los Diputados el pasado 24 de marzo, ha entrado en vigor tras ser publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Gregorio Mayayo, vicepresidente de la Asociación Hipotecaria Española, que agrupa a la mayoría de bancos y cajas españolas, se apresuró a calificar de "peligrosa" la nueva norma, que rebaja hasta en un 60% el coste de cambiar de hipoteca.

"Beneficia a muy pocos y está causando un daño horroroso a la imagen de España en los mercados financieros internacionales", asegura Mayayo, quien considera que la normativa modifica con efectos retroactivos contratos registrados ante notario, "Ios más sagrados". "Es un principio peligrosísimo en el Estado de derecho", continúa Mayayo, "sin que quepa alegar un interés general".

La Administración calcula que unos dos millones de personas podrán utilizar esta normativa para aprovechar más a fondo la rebaja de tipos de interés que experimenta España desde mediados del año pasado. El saldo vivo de préstamos hipotecarios en España se eleva a 13 billones de pesetas.

Por el contrario, la Asociación Hipotecaria reduce a menos de dos billones de pesetas el volumen de los créditos que pueden verse afectados por la nueva norma. Esta cifra se obtiene tras restar a los 8 billones de pesetas de créditos hipotecarios en manos. de particulares los tres billones concedidos para Viviendas de Precio Oficial (VPO), a las que no afecta el cambio, más los préstamos concedidos el año pasado en plena bajada de tipos (otros tres billones), y otros a los que, en su opinión, tampoco les interesa el cambio.

Una sola operación

Dos son los ejes fundamentales de la Ley de Subrogación y Modificación de Préstamos Hipotecarios que ayer publicó el BOE. El primero es considerar como una sola operación a efectos fiscales lo que antes eran dos: cancelación de una hipoteca y apertura de un nuevo crédito. Lo mismo sucede con los gastos de registro y notariales: tanto Hacienda como notarios y registradores de la propiedad ingresarán ahora la mitad de lo que cobraban antes cada vez que un ciudadano cambiaba su hipoteca. El otro elemento para abaratar el cambio es la limitación de la comisión por cancelación anticipada que cobran los bancos a un 1% del capital pendiente, en las hipotecas a tipo de interés variable.

Todo ello puede llevar a reducir hasta en un 60% el cambio de hipoteca. Las 840.000 pesetas que por término medio podía costar cambiar una hipoteca de 10 millones, se reducirán ahora hasta las 340.000, aproximadamente. Es decir, un ahorro de medio millón de pesetas.

La novación (renovar el crédito con el mismo banco o caja de ahorro a un tipo más bajo) resulta mucho más barata. Puede salir por unas 60.000 pesetas, para el mismo ejemplo anterior de 10 millones.

La Asociación Hipotecaria, a pesar de juzgar duramente la ley, no ejercerá ningún tipo de acción en contra, según Mayayo.

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