Colombani es el único candidato ara dirigir la redacción de 'Le Monde'
El diario Le Monde tiene desde ayer un solo candidato a la sucesión del director dimisionario Jacques Lesourne: Jean-Marie Colombani, de 45 años, ex jefe de la sección de Política Interior y que desde 1990 es uno de los redactores jefe del periódico. Colombani presentó ayer su programa ante los accionistas, mientras su único contrincante, Bruno Frappat, actual jefe de la redacción y número 2 del diario en el equipo de Lesourne, hacía pública una carta en la que anunciaba que renunciaba a su candidatura.Frappat justificó su postura alegando su oposición al sistema de candidaturas sometidas al voto de los periodistas, que, recalcó, había contribuido demasiadas veces a dividir a la redacción y poner así en peligro el funcionamiento mismo del diario. Frappat concluía su carta expresando la esperanza de que su renuncia ayudaría a evitar "volver a los errores del pasado".
Por su parte, Colombani insistió en la presentación de su programa en la necesidad de devolver a Le Monde -al que calificó de periódico "fragilizado"- su papel de diario de referencia internacional, lo que podría conllevar, precisó, el reforzamiento de la redacción con elementos traídos del exterior. También insistió en la necesidad urgente de recapitalizar el periódico.
Aunque de ahora en adelante es el único candidato, Colombani no tiene todavía asegurada la elección. Ha de enfrentarse ahora a una doble votación: primero, el próximo 27 de febrero, la de la Sociedad de Redactores, en la que necesita una mayoría del 60%, y después, el 4 de marzo, la del conjunto de los accionistas donde el listón es del 75%.
Identificado con el ala izquierda de la redacción, Colombani-que ya se había presentado sin éxito en 1990- corre el riesgo de encontrarse con ciertas reticencias en el seno de los sectores más conservadores del diario, que ya se manifestaron en el transcurso de una reunión informal de los periodistas ayer por la tarde.
Pero las divergencias ideológicas que desgarraron hace una década el periódico parecen hoy haberse tranquilizado, ya que cada uno tiene conciencia, como lo subraya un redactor, de que "la prioridad es arrimar el hombro para sacar definitivamente el periódico de la crisis".
