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Aznar propone equiparar al alza todas las comunidades autónomas antes del año 2000

El presidente del Partido Popular, José Ma ría Aznar, presentó ayer en Barcelona una propuesta de equiparación al alza del techo competencial de todas las comunidades autónomas en el plazo de dos legislaturas, es decir, en el horizonte del año 2000. Aznar, que viajó a Barcelona para contrarrestar las críticas que ha recibido su partido por sus reticencias a la política de normalización lingüística, sostuvo que Cataluña tiene como 7- problema prioritario el paro y la salida de la crisis, y no el uso del catalán, y negó que su partido impulse ningún tipo de campaña en contra de este idioma.

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El documento presentado por Aznar llenó de sorpresa a los dirigentes del PP catalán, cuyo presidente, Aleix Vidal-Quadras, se enteró de su contenido minutos antes que los periodistas.Bajo el título Bases para un acuerdo nacional de culminación del desarrollo autonómico, Aznar presentó un escueto texto de 89 líneas en el que se define la posición del PP en esta cuestión.

El Partido Popular considera en su documento que "15 años después de la entrada en vigor de la Constitución y habiéndose producido en España un amplio e intenso proceso de descentralización política, resulta en cualquier caso conveniente dar un perfil definitivo al desarrollo del Título VIII de la Constitución". Por ello, Aznar propone nueve medidas que completen la estructura autonómica de España que defina claramente cuáles son las competencias del Estado y las de las comunidades.

El punto más polémico del documento es el quinto, en el que se propugna "establecer un programa, con un horizonte máximo de dos legislaturas, para realizar un proceso de equiparación competencial básica entre todas las comunidades autónomas, salvando en todo caso las singularidades que derivan de hechos diferenciales en la realidad española, especialmente en el ámbito cultural y lingüístico". Preguntado sobre la similitud de esta propuesta con la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autónomico (LOAPA), anulada por el Tribunal Constitucional en 1983, Aznar sonrió y, visiblemente molesto, respondió que el PP defiende en el documento la aplicación del principio de Administración única y un modelo de financiación autonómica basado en la corresponsabilidad fiscal. Es decir, pretende una equiparación al alza de las competencias, lejos de la pretensión de la LOAPA aprobada a la sombra de la intentona golpista del 23-F, que pretendía hacer lo propio, pero a la baja.

Aznar, que defendió frente al modelo de acuerdo bilateral entre el PSOE y los nacionalistas catalanes el consenso entre todas las fuerzas políticas, abogó, de acuerdo con otra propuesta contenida en el documento, por la aplicación del artículo 150.2 de la Constitución, que prevé la transferencia o delegación a las comunidades autónomas mediante ley orgánica de las facultades correspondientes a materias de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de ello.

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El PP considera que las negociaciones bilaterales entre el Gobierno y una comunidad podrían "desatar un proceso de agravios comparativos, de permanentes reivindicaciones y de debilitamiento del Estado".

Además de los puntos señalados, el texto propone también reducir la Administración periférica, transferir funciones a las corporaciones locales u otras entidades territoriales, establecer un mecanismo ágil de resolución de conflictos, crear un órgano permanente de participación de las autonomías en relación con la posición española en la Unión Europea y avanzar en la reforma del Senado.

Polémica lingüística

Respecto a la polémica sobre la normalización lingüística en Cataluña, Aznar sostuvo que el PP defiende el bilingüismo, la plena convivencia entre las dos lenguas y el desarrollo "al máximo" del catalán. "Por convicción personal, por convicción política, por España y porque lo pago", concluyó. Aznar evitó pronunciarse, sin embargo, sobre la Ley de Normalización Lingüística, vigente desde 1983, que el Tribunal Supremo ha enviado al Constitucional. "El Tribunal Constitucional dictaminará si la ley es correcta. Otra cosa es su aplicación. Sacar el debate del ámbito de normalidad es un error", dijo.La visita de Aznar a Barcelona se produce en un momento especialmente delicado en sus relaciones con CiU. Los puentes de comunicación con los nacionalistas son más débiles que nunca. Aznar ya dispone de los suficientes mensajes para saber que en las filas del partido de Jordi Pujol la actitud del PP en temas como la normalización lingüística se considera "muy peligrosa para la convivencia en Cataluña,, y, de continuar en esta línea, será "un lastre demasiado pesado para llegar a acuerdos".

Aznar, en una conferencia pronunciada anoche, negó que hubiera recuperación económica. "El Gobierno alimenta falsas esperanzas", dijo. Para Aznar, el Gobierno "se limita a esperar que las cosas se resuelvan" sin proponer ningún plan de choque. El líder del PP dijo que desconfía del nivel del déficit público que declara el Gobierno, 7% del Producto Interior Bruto, y añadió que la deuda acumulada superará el 100% del PIB en 1999.

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