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Amo esta tierra que me mata

Sveta Mosina es una niña rubísima, menuda, inquieta, habladora. Sveta nació hace diez años en Novozybkov, en la región de Briansk, a unos 180 kilórnetros de la central nuclear de Chernóbil.Su obra Yo amo esta tierra fue elegida para el cartel anunciador de la exposición que Clubes de la Unesco en Rusia organizó en Moscú con dibujos de niños afectados por la radiactividad.

Sveta dibujó un globo terráqueo con un hemisferio de árboles muertos y desolación, y otra mitad llena de vida, naturaleza y color, descrita con una sonrisa que crece con el interés de los adultos que la escuchan.

Y si esta Tierra simboliza la naturaleza que se quiere vivir y aquella que se ha perdido, Sveta también dibujó un pequeño puente entre ambas, sin duda evocador de lo fácil que es pasar de una a otra realidad.

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Los hijos de Chernóbil dibujan su casa
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