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Leguina propone una reducción "drástica y general" de la jornada laboral

El presidente regional lanza un discurso escorado a la izquierda de su partido y trufado con ideas de IU

Javier Casqueiro

El presidente de, la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, se colocó ayer en la ribera izquierda del PSOE y propuso una "reducción drástica y general" de la jornada laboral. Leguina quiere que los madrileños, y por extensión los españoles, trabajen menos horas y se repartan su tiempo laboral. Su intervención en la primera jornada del debate anual sobre el es tado de la región duró 66 minutos y fue opaca, pero logró satisfacer a sus socios parlamentarios del grupo de Izquierda Unida y -aparentemente por igual- a los dos sectores opuestos en la Federación Socialista Madrileña (FSM), el encabezado por el ahora renovador y secretario general Teófilo Serrano y el del presidente de la organización, identificado con el sector guerrista del partido, José Acosta.

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Leguina lo dijo así de claro: "Cualquier ministro de Hacienda, de no importa qué país, se llevaría las manos a la cabeza si se le propusiera un cambio de tal tamaño y naturaleza [en la jornada laboral], pero habrá de hacerse así, habrá de hacerse pronto y debiera hacerse de golpe".. Además, añadió: "Según los expertos, la reducción de la jornada laboral sólo tiene un efecto positivo y palpable sobre el empleo si es una reducción drástica y general"."Los empresarios", expresó Leguina a continuación, "se han opuesto tradicionalmente a este tipo de soluciones desde los tiempos en que se reivindicaba la jornada de ocho horas". El presidente autonómico no concretó la manera de aplicar su propuesta, pero sí aventuró que, aunque "la mala conyuntura actual acabará por pasar", "el problema del excedente de fuerza de trabajo no se resolverá".

Serrano calificó estas ideas como "acertadas y de izquierdas", y Acosta vio "muy centrado" al presidente regional.

Leguina adjetivó la situación económica actual de la Comunidad como "mala y crítica". Y ofreció una ristra de indicadores y porcentajes para justificar esta definición: 1.945.660 trabajadores activos, 1.588.210 ocupados, 357.450 parados (45% más que el año pasado), 4% de incremento de los precios, 6,2% de subida salarial, 2% de descenso de la actividad industrial...

Antes, y también con el desorden de un ultramarinos, Leguina enumeró algunos de los logros a los que se ha dado el logotipo de la Comunidad estos 10 años con él como presidente. Incluyó muchas obras, proyectos y planes conocidos: carreteras, metro, autobús, viviendas de barrios en reforma, centros de educación para adultos e infantiles, centros de salud..., o el recientemente firmado Pacto por la Industria y el Empleo.

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Justificaciones en cascada

Leguina se apuntó después a la teoría de la reactivación económica escalonada: La Comunidad de Madrid no tiene posibilidades de resurgir por sí sola si no lo hace acompasadamente con la economía nacional; ésta, con la europea; ésta, con la mundial, y, finalmente, con el saneamiento del sistema financiero internacional.El presidente regional habló de "la política" en general y del desapego de los jóvenes hacia esta actividad, pero no de políticos -ni siquiera atacó a la oposición- ni de partidos -no citó ni al suyo-. "La política se convierte en una metáfora abusiva y distorsionante de la realidad social, en abundante palabrería, cuyo sustento es huero a los ojos de cualquier espectador nuevo y atento", argumentó.

El debate le sirvió, sobre todo, para lanzar mensajes a compañeros de su partido, como el ex ministro de Economía y actual portavoz parlamentario del PSOE, Carlos Solchaga, y el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell.

Éste fue el aviso a Carlos Solchaga: "Pese a los vientos desreguladores, que detestan las palabras programación y planificación, estos conceptos son necesarios en la vida colectiva, y la economía es una parte de esa vida. El mercado no es prescindible, pero su mano invisible puede convertirse en la mano que aprieta si no se la complementa con algo como la acción decidida de los hombres a través de su representación democrática".

Leguina, que efectuó un repaso detallado de actuaciones, proyectos e inversiones millonarias en sus 10 años al frente de la Comunidad de Madrid, no atacó en ningún momento a la oposición, que le responderá hoy.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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