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Aznar cambiará por incompatibles a 18 dirigentes diputados

La renovación de cargos regionales y provinciales impulsada por José María Aznar en el Partido Popular afectará a 18 dirigentes, alcanzados por las incompatibilidades aprobadas en el congreso de febrero. Estas personas acumulan ahora un escaño de diputado y una presidencia o secretaría regional o provincial, que deberán abandonar en los congresos convocados para el próximo septiembre. Otros cinco diputados deberán escoger antes de las municipales de 1995 entre el escaño y el puesto de alcalde o presidente de diputación provincial, también incompatibles.

La aprobación de un régimen interno de incompatibilidades fue uno de los asuntos más polémicos del congreso extraordinario celebrado por el PP en febrero. Aznar lo empujó desde la cúpula del partido y las bases lo apoyaron masivamente e incluso pidieron su endurecimiento, pese a la resistencia de muchos dirigentes intermedios.El régimen finalmente incorporado a los estatutos prohíbe a la misma persona acumular una presidencia o secretaría del partido, provincial y regional, y un escaño en, el Congreso de los Diputados. También impide acumular una presidencia regional con un cargo de la misma índole o una secretaría de nivel provincial, situación relativamente frecuente.

Tampoco se permite ocupar al mismo tiempo una alcaldía o presidencia de diputación provincial y los cargos internos citados. La incompatibilidad entre responsabilidades internas y cargos públicos municipales o provinciales no se aplicará de hecho, sin embargo, hasta las próximas elecciones municipales y autonómicas.

"Coherencia política"

La filosofía de las incompatibilidades apunta a que el cargo de responsabilidad interna y el cargo público tengan coherencia política. "El presidente provincial del partido lo que tiene que hacer es trabajar sobre el terreno y pelear por la presidencia de la diputación, la alcaldía de su ciudad o un escaño autonómico, no hacer pasillos en el Congreso de los Diputados", señala un miembro de la ejecutiva.La esperanza de algunos incompatibles era la previsión de excepciones recogida en los nuevos estatutos para suavizar la oposición de los afectados durante el congreso de febrero. Las excepciones deben ser aprobadas por la ejecutiva nacional. Pero Aznar ha decidido escoger la línea dura y ha anunciado que no propondrá ninguna. "Si se abre el grifó no hay quién pare el chorro", explica el secretario general, Francisco Álvarez Cascos.

En aplicación de este principio, Soledad Becerril, la primera mujer ministra de la democracia, tendrá que abandonar la presidencia del PP de Sevilla, a cambio de retener su escaño. El antiguo hombre de Antonio Hernández Mancha en Andalucía, Gabino Puche, ha debido dejar ya la presidencia regional, por el mismo motivo, y deberá ceder también la presidencia provincial de Jaén. Otro presidente regional andaluz, Diego Jornado, seguirá el mismo camino para seguir como diputado.

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Entre los afectados por las incompatibilidades de aplicación inmediata hay nombres de peso, como los extremeños Luis Ramallo y Felipe Camisón. El primero acumula ahora las presidencias regional y de Badajoz. Camisón es presidente del partido en Cáceres. Ambos cederán sus puestos para seguir en en el Congreso, donde Ramallo ocupa la vicepresidencia cuarta.

Otro dirigente regional afectado es el aragonés José Ignacio Senao, que deberá dejar las presidencias de Aragón y de Zaragoza. También debe dejar la secretaría de Huesca César Villalón.

En Castilla y León, uno de los feudos electorales más consolidados del PP, es una verdadera lluvia de incompatibilidades lo que registrarán los congresos de septiembre.

Lluvia de cambios

Deberán cambiar las presidencias de cuatro de las nueve provincias que integran la comunidad autónoma. Los incompatibles son Feliciano Blázquez (Ávila), Juan Carlos Aparicio (Burgos), Jesús Mañueco (Palencia) y Santiago López Valdivieso (Valladolid). También quedará descolgado de! aparato el secretario provincial de Segovia, Javier Gómez Darmendrail. En Castilla-La Mancha caerá un presidente provincial, el de Ciudad Real, Eduardo Rodríguez, miembro del Opus Dei.En Cataluña, el único diputado a sustituir en su cargo interno es Joan Manuel Fabra, ahora presidente provincial de Tarragona. Pero Aleix Vidal Quadras debe dejar también la presidencia provincial de Barcelona, un puesto por el que ha habido duros enfrentamientos internos en el pasado, incompatible con su puesto de presidente regional.

Otro dirigente importante que deberá optar entre uno de sus dos cargos es el secretario regional de Galicia, José Cuiña, que ostenta al mismo tiempo la presidencia del PP en Pontevedra. Entre los alcaldes afectados por la incompatibilidad a medio plazo el más importante es el de León, el polémico Juan Morano.

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