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GIRO DE ITALIA

Bugno araña cuatro segundos en Messina

Carlos Arribas

El veterano Guido Bontempi (Carrera) fue el mejor en la llegada masiva que puso fin a una etapa pirotécnica. Bontempi, un italiano de 33 años, logró ayer, en Messina, su 16ª triunfo parcial en el Giro. Su compatriota Gianni Bugno, sigue adelante con su política roedora. Se metió en el sprint, logró la tercera plaza y arañó otros cuatro segundos. La renta de Miguel Induráin (Banesto) sobre el campeón del mundo, conseguida en la contrarreloj inicial, se ha agotado. Los dos se encuentran a 38 segundos del líder, que sigue siendo Moreno Argentin (Mecair). Y cada día hace más calor.

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La temperatura africana, que hace sonreír a Induráin, está acabando con su guardia francesa. Como moscas caen los hombres que va a necesitar en las etapas de montaña. En la tercera etapa Stephane Heulot recibió un golpe de calor en la cabeza. La insolación le tuvo toda la noche vomitando. El día siguiente abandonó. Ayer le tocó el turno a Fabrice Philipot. En la etapa calabresa se le cayó la gorra y no le apeteció bajar al coche a por otra. Corrió los últimos 60 kilómetros descubierto, bajo un sol implacable. Noche de vomiteras y abandono matinal. Ya sólo quedan siete en el Banesto. Dos franceses -Rué y De las Cuevas- y cinco españoles -los hermanos Induráin, San Roman, De Santos y Arrieta-. El director, José Miguel Echávarri, estaba fastidiado: "Me preocupa más el abandono de Philipot que el de Heulot. Fabrice hizo el año pasado un magnífico trabajo en el Giro y este año le íbamos a necesitar".Cuando Guido Bontempi aparece en los primeros puestos de un pelotón, los que quieren ganar se echan a temblar. Antes era un gran sprinter clásico potente y agudo. Su equipo preparaba las llegadas y él nunca defraudaba. Se transformó, perdió la frescura de piernas, pero agudizó más aún el ingenio. Se ha especializado en ganar a la contra, por sorpresa. Ayer, el Mercatone Uno trabajó duramente para que su llegador, Adriano Baffl -uno de los pocos velocistas que había superado bien los dos puertos de segunda-, lograra su segunda victoria. Anuló escapadas y preparó la llegada. Parecía un triunfo cantado pero se vio superado. Porque Bugno estaba ahí, en el sprint. Inteligente, se colocó en la rueda de Bontempi y empezó a remontar. El doble campeón del mundo va a lo práctico.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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