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EL HUNDIMIENTO DEL "MAR EGEO"

Una marea negra de 50 kilómetros cuadrados invade 4 rías

Una mancha de petróleo de unos 50 kilómetros cuadrados se extendía ayer por las rías de La Coruña, Ferrol, Ares y Betanzos. Las barreras flotantes instaladas para impedir el paso de¡ crudo se han mostrado inoperantes, ya que la marea negra del Mar Egeo, empujada por el fuerte oleaje reinante en la zona, ha saltado los obstáculos y ha llegado a las playas. La Xunta de Galicia ha prohibido hasta el 15 de diciembre todo tipo de pesca en la zona afectada por el desastre ecológico y ha adoptado medidas para paliar los efectos de la contaminación y para salvar la mayor cantidad posible de cultivos marinos.

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La gobernadora civil de La Coruña, Pilar Lledó, admitió ayer que hasta ahora las barreras contra la contaminación han resultado poco efectivas a causa del temporal que continúa azotando el litoral coruñés. Las olas empujan el petróleo por encima de lo obstáculos y la enorme mancha negra comienza a adentrarse en las rías de Ares, Betanzos y Ferrol.Pescadores de pueblos cerca nos a La Coruña se quejaban ayer de la vulnerabilidad de estas barreras mientras contemplaban como el petróleo ensuciaba su playas. "Esto es una tomadura de pelo. No sirve para nada", comentaban los pescadores.

Las autoridades de Marina Mercante y la Xunta de Galicia insistieron ayer en que tratarán de evitar el uso de productos químicos para detener el avance de la marea negra. De momento, los responsables de la operación se han limitado a colocar nueve barreras para intentar que el petróleo no alcance los puertos de L Coruña y Ferrol y al mismo tiempo atenuar sus efectos sobre los bancos marisqueros.

Las autoridades insisten en que sólo utilizarán sustancias químicas en caso de estricta necesidad y en zonas muy concretas de la costa. Marina Mercante y la Consejería de Pesca de la Xunta consideran que el uso de detergentes, aunque borraría la mancha de petróleo con rapidez, tendría efectos muy negativos sobre la fauna marina. Ya se han recogido 88 toneladas de crudo desde la costa por métodos físicos.

Pero ahora casi toda la atención se centra en la catástrofe ecológica que se cierne sobre parte de las costas gallegas. Ninguna entidad se atreve a hacer una valoración de los daños. Las mediciones hechas ayer tras la extinción del fuego dieron como resultado la determinación de una mancha negra de algo más de 50 kilómetros cuadrados. "La marea negra es de dimensiones nada despreciables y pudiera ser igual a la del Urquiola [petrolero hundido en la misma zona en 1976 y del que manaron 100.000 toneladas de crudo]", ha señalado Enrique López Veiga, conselleiro de Pesca de la Xunta.

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Temporada turística

Ahora empieza a hablarse ya de las consecuencias. Las autoridades de Marina Mercante anunciaron ayer que la limpieza de playas, por ejemplo, es una tarea que tomará meses y que se espera "tener terminada para cuando empiece la próxima temporada turística". Las consecuencias de los vertidos comienzan a percibirse ya en la negrura de algunas playas. Han comenzado a aparecer aves marinas teñidas de negro. Según algunos expertos, la mancha podría tardar cinco meses en desaparecer, aunque otros estiman que en un mes se habrá dispersado.

[Según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Saving our planet, "no hay evidencia de que los accidentes de petroleros hayan causado daños en el mar abierto y en su riqueza biólogica, pero los daños en las zonas costeras pueden durar décadas" informa Rafael Ruiz. Otro dato con una evidente aplicación práctica a La Coruña: "Los crustáceos son más sensibles que el pescado", señala el informe].

Las autoridades de Marina Mercante no podrán precisar hasta que pasen unos días el volumen total del petróleo vertido y cuánto ha podido quedar en el interior de los tanques y podrá ser traspasado. Lo que sí se atrevió ayer a adelantar el director general de Marina Mercante, Rafael Lobeto, es que si no se producen cambios sustanciales no es previsible que la mancha de petróleo se extienda mucho hacia el Norte o hacia el Sur. El peligro parece constreñido a la zona que va desde La Coruña hasta Ferrol.

La Xunta, a la vista de los análisis realizados al agua, decidió adoptar una serie de medidas urgentes para paliar el impacto del desastre. La principal de estas medidas consiste en la prohibición de la actividad pesquera, al menos hasta el 15 de este mes, en la zona comprendida entre punta Langosteira y cabo Prioriño. Al mismo tiempo se recomienda la máxima extracción de moluscos en los bancos naturales y parques de cultivo de las rías de La Coruña, Ares-Betanzos y Ferrol, -excepto el banco de Las Pías. La Xunta incluso ha concedido autorización para faenar sábado, domingo y festivos y para emplear medios inusuales de recogida. Igualmente se recomienda la extracción o reparqueo de los bivalvos de cultivo de los polígono de Lorbé y Sada.

Paralización

La Administración evaluará las existencias de molusco de parques de cultivo, bancos naturales, viveros flotantes, plantas de cultivo de peces, cetáreas y depuradoras existentes en la zona afectada, o que pudiera verse afectada. La prohibición de la actividad pesquera está especialmente dirigida a los barcos dedicados a la bajura y el cerco, que trabajan en esta zona. En total son unos 215 barcos con unos 778 tripulantes, que pueden optar por faenar en zonas alternativas o acogerse a la paralización.

La Xunta ha habilitado ayudas de unas 37.000 pesetas por tripulante, por el periodo que va hasta el 15 de diciembre. La Xunta agilizará los trámites ante entidades financieras para que los pescadores afectados puedan cobrar cuanto antes.

En la ría de La Coruña se recogieron en la última campaña marisquera 114.269 kilos de molusco, que supusieron unos ingresos de 45 millones de pesetas. En la de Betanzos, la producción estimada es de cinco millones de kilos de mejillón al año, lo que reporta unos 350 millones de pesetas. En esta ría se desarrolla también el marisqueo a pie, que supone unos ingresos de unos 44 millones de pesetas. En la zona de Ferrol, el marisqueo y el cultivo de bancos naturales que se desarrolla en esta ría supuso en la última campana una producción 91.276 kilos y casi 70 millones de pesetas.

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