El buque siniestrado tenía casi 20 años de antigüedad y estaba obsoleto

El petrolero Mar Egeo, siniestrado el jueves frente a La Coruña, fue construido en. el astillero de Hiroshima (Japón) en 1973, por lo que carece de los sistemas de seguridad de buques más modernos. La antigüedad es un problema común al 90% de los petroleros que navegan por todo el mundo, cuya edad media ronda los 18 años, cuando no debería sobrepasar los 12, según el director de proyectos de Astilleros Españoles, Rafael Gutiérrez Fraile.

Las seguridad de los buques se rige por las normas de la Organización Marítima Internacional, una agencia de la ONU con sede en Londres, cuyo último reglamento data de marzo de este año. Sin embargo, dichas normas sólo son de obligado cumplimiento para los barcos de nueva construcción, mientras que los anteriores no deberán ceñirse a ellas hasta que tengan entre 25 y 30 años."Para amortizar un gran petrolero de nueva construcción hacen falta 45.000 dólares diarios, mientras que el merca do sólo paga 11.000. En esas condiciones, los armadores prefieren alargar la vida de sus barcos, a pesar del debilitamiento de la estructura originada por la corrosión, que sustituirlos. Las consideraciones económicas priman sobre la seguridad", afirma Gutiérrez.

El Mar Egeo, al contrario de lo que disponen las normas para los nuevos petroleros, carecía de doble casco, aunque sí tenía doble fondo, ya que se trata de un barco de carga combinada, apto para transportar mineral, además de petróleo. Los nuevos petroleros van equipados además con timones que mejoran sustancialmente la maniobrabilidad; con tanques más reducidos, para limitar el vertido de crudo al romperse uno de ellos; o con gases inertes en los espacios vacíos, que limitan el riesgo de explosión. "Exigimos a las lacas para el pelo mayor respeto al medio ambiente que a los petroleros", concluye Gutiérrez.

El Mar Egeo pertenece al armador Coulouthros, con base en Londres, que tiene además otros nueve barcos, todos menos uno de antiguedad similar al siniestrado, inscritos a nombre de diez sociedades diferentes.

El, hecho de que el Mar Egeo figure como la única propiedad de su empresa no tiene por qué dificultar el cobro de las indemnizaciones, según fuentes de las dirección general de la Marina Mercante, ya que la responsabilidad corresponde a la companía aseguradora; en este caso, el club de protección Un¡ted Kingdom, que desplazó dos representantes a La Coruña el mismo día del accidente.