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¿Donde está la capital cultural?

Las tribulaciones de un turista de la CE para vivir el verano del Madrid 92

Una turista extranjera que trató de destinar los dos primeros días de la semana a la capitalidad cultural europea se tuvo que conformar, este mismo mes, con asistir a unas jornadas -que no venían en las guías turísticas- y a una exposición programada por un gran museo nacional.Las razones fueron el descanso semanal y el estival y la escasa o errónea información. Las guías escamotean horarios y dan fechas equivocadas.

"Señoras y señores, hemos llegado a Madrid, capital cultural europea", anuncia el comandante del vuelo de Iberia procedente de Múnich. Así surgen las primeras expectativas para un turista interesado en el Madrid 92. El viajero intenta descubrir en un par de días el programa del Consorcio organizador. Pero conseguir información es difícil. El visitante se encuentra, además, con que la ciudad se ha ido de vacaciones. "Ahora hay poca cosa", explican en la oficina de turismo de la plaza Mayor, donde entregan un ejemplar del folleto En Madrid, ¿qué hacer? Whats on?´

¿Qué hacer en lunes?

"¿Qué hacer?" Eso mismo se pregunta también el turista cultural. La guía no recoge los horarios de las actividades del Madrid 92. Hay indicaciones con fechas equivocadas. Y los empleados de la oficina de turismo no están dispuestos a telefonear al museo para informar al viajero desorientado.Los jóvenes del servicio turístico del Ayuntamiento -los casacas amarillas- que montan guardia ante el Museo del Prado tampoco saben mucho más sobre la capital cultural: "Bueno, hay muchas cosas. Depende de lo que le interese".

Es lunes, y muchos centros culturales están cerrados. Sólo hay dos ofertas interesantes: el Centro de Arte Reina Sofía, que exhibe una muestra sobre arte pop y el acto de presentación de las Conversaciones de Madrid, en esta ocasión la reunión de expertos sobre política europea. La segunda, sin embargo, no figura en la guía.

Con el ¿Qué hacer? en la mano, el paseo por la capital cultural europea resultó un fracaso. A pesar de lo que se asegura en la guía, la exposición Cuatro siglos de teatro en Madrid, en el Museo Municipal, ya había cerrado sus puertas el 30 de junio, 20 días antes de la visita. "Se pueden ver los restos prehistóricos que se exhiben en el sótano", recomienda amablemente un viejo vigilante.

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En la visita al teatro tampoco hubo suerte. Ni en las representaciones de zarzuela del Centro Cultural de la Villa. Ni en el teatro Español, donde la obra Judith y el tirano, de Pedro Salinas, no se ofrece al público los lunes. La guía de la capital cultural no. advierte de que los lunes apenas hay actos. Ni la oficina de turismo. Y tampoco hubo respuesta en el teléfono del teatro. Otros turistas sufren similares problemas. "Hemos venido para conocer Madrid como capital cultural", dice una mujer de Nueva Zelanda, "pero es muy difícil enterarse, sobre todo sin hablar castellano". Una familia de Barcelona se lamenta de lo mismo: "No sabemos nada sobre las actividades de la capital cultural; nos limitamos a visitar lo de siempre".

Y dos turistas estadounidenses que paseaban por el centro, ni siquiera estaban al corriente del título de honor que ostenta Madrid en 1992. "Pensábamos que la capital cultural europea es Francia (sic)".

¿Para qué sirve una capital cultural si nadie se entera? Según un portavoz del consorcio organizador del Madrid 92, "el objetivo de la capital cultural es descubrir el patrimonio artístico de la ciudad, como las zarzuelas. Además, Madrid figura como lugar de encuentro de Europa".

Una de las actividades más prestigiosas del Madrid 92 -las Conversaciones de Madrid- viene a ser un quién es quién de la política, el arte, la cultura: Enrique Barón, Ralph Dahrendorf, Maurice Duverger, Geoffrey Howe, Mario Vargas Llosa, Hans Magnus Enzensberger, Václav Havel, por nombrar sólo algunos. Sin embargo, la presentación del acto se produce a una hora -a las doce de la mañana- que conviene a los periodistas, pero no al madrileño de la calle.

Casi todo cerrado

"El Consorcio Madrid 92 no hace accesible la cultura", critica Elena Marato, una joven empleada de Telefónica, "sólo ofrece actividades a la gente que ya está metida en cultura". "Me parece muy bien que en 1992 los artistas importantes vengan a Madrid. Estas vacaciones quiero aprovechar la ocasión, pero no tengo mucha información", opina la secretaria Silvia Gómez. En verano, cuando los madrileños que se han quedado en la capital y los turistas podrían disfrutar de la oferta cultural del Madrid 92, casi todo está cerrado.¿Lo sabrán los turistas? En la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento señalan que durante los cuatro primeros meses del año pasaron por los hoteles de Madrid sólo 287.2218 personas, prácticamente la misma cifra que en años anteriores.

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