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No saben, no contestan

Una semana intentando conseguir que alguien en la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) o en la Oficina de Información Diplomática (OID) respondiera a las críticas formuladas por los ex cooperantes, y nada. "Es que quien tiene que informarle es este señor, pero está de viaje". "Déjeme pensar a ver quién le puede contestar. Pues es que no se me ocurre nadie". "Sí, ésta es la oficina de prensa, pero en realidad no funcionamos como oficina de prensa". En la AECI: "¿Por qué no llama a la OID? Lo preferimos". En la OID: "Pero ¿por qué no pregunta en la AECIT?". "Pero ¿qué es lo que quiere usted?". "¿Hablar con alguien? Déjeme pensar a ver con quién. Yo le telefoneo". "Es que así, algo global, aquí no. Es que está todo muy dividido por áreas". "¿Y de qué me dice usted que quiere escribir?".Nada. O quizás tan sólo un reflejo de la situación en la que se mueven los cooperantes españoles, que cada año aumentan sus peticiones, pero que no encuentran cauces adecuados por los que canalizar unas expectativas en las que cuenta más el altruismo que los intereses económicos.

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Este año, Andalucía, Madrid, el País Vasco y Castilla y León, por este orden, fueron las comunidades que cursaron más solicitudes para el programa Jóvenes Cooperantes 92. Y en estas peticiones resulta curioso comprobar cómo han ido en aumento las de carreras técnicas. Los economistas han triplicado prácticamente su presencia, pasando de tres en la primera edición a 17 en la tercera del presente año, seguidos por los médicos, trabajadores sociales, arquitectos y periodistas.

Mínimo común

Conseguir un mínimo de coordinación es uno de los objetivos de la Asociación de Cooperantes, integrada por profesionales tan preparados como entusiasmados; eso, y lograr un mínimo común denominador para todo cooperante en relación con sus derechos laborales, que ahora muchos no tienen: cobertura de la Seguridad Social, seguro de desempleo y reconocimiento del trabajo hecho fuera de España. "Es difícil. Nadie te da datos, estudios... Nadie sabe cuántos cooperantes hay...", comenta Juan Garay, presidente de la asociación.

Para dar una idea de lo variado de la cooperación, Garay expone dos casos de lo que cobran los cooperantes: "Adolfo Maldonado está en una comunidad de base en un pueblo indígena de Ecuador. No quiere contratos con las Organizaciones No Gubernamentales, ni con organismos oficiales. ¿Cuánto cobra? Cada tres años viene a España, hace suplencias de verano como médico, y ese dinero le da para vivir tres años. En el otro extremo están los expertos de la AECI o de la Cruz Roja Internacional, que pueden llegar a las 400.000 pesetas al mes".

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