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Bacterias limpiadoras

Los 'biorremedios' inician el camino industrial

Jones Grubbs tiene un curioso oficio. No mata los microbios, sino que los suministra. Bacterias para disolver la grasa, el alquitrán y el cieno de las depuradoras, o comerse los residuos tóxicos. Al principio, sus conocidos le evitaban, pensando que iba a contagiarles algo. Ahora es considerado un héroe medioambiental, y su negocio, la Solmar Corporation, de Orange, California, vendió 1,5 millones de dólares (150 millones de pesetas) en bacterias el pasado año.

Grubbs es parte de una industria naciente que utiliza los biorremedios (tratamientos biológicos), una tecnología que depende de los microbios para tratar los residuos peligrosos. Aunque no sea una panacea, sus defensores afirman que es un método mucho mas seguro y barato para solucionar la contaminación que los utilizados normalmente.Los biorremedios tuvieron su momento de gloria durante la catástrofe del petrolero Exxon Valdez en Alaska en 1989. Los nutrientes añadidos a las aguas costeras de casi 100 kilómetros en el estrecho de Prince Williams ayudaron a los microorganismos marinos a descomponer el petróleo mucho más rápidamente que en las áreas no tratadas, y sin efectos secundarios nocivos, según la Agencia para la Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

El año pasado, los proyectos comerciales en este campo generaron entre 20 millones y 50 millones de dólares y se calcula que el mercado alcanzará los 200 millones de dólares anuales en 1996. -La EPA va a gastarse 14 millones de dólares en investigación y desarrollo en 1992 en este campo, al tiempo que estimula el trabajo de las empresas privadas.

Erich Bretthauer, especialista de la EPA, ha señalado que los biorremedios "son un área que ofrece un tremendo potencial pero no es defendida por grupos de presión como los que representan a los fabricantes de incineradoras y otros métodos para tratar los residuos".

Existen dificultades, como la necesidad de espacios abiertos grandes y tiempo, a veces un año, para que las bacterias hagan su trabajo. Además, las bacterias se cansan de comer siempre lo mismo, y una vez que el nivel de contaminación ha descendido pueden dedicarse a otra fuente de alimentación que sea más abundante o más fácil de digerir, con lo cual no se alcanza el nivel de limpieza deseado. Pero a medida que los expertos saben más de la microbiología de la degradación, están obteniendo compuestos químicos llamados inductores, que estimulan el apetito de las bacterias por la materia a descomponer.

Las buenas bacterias son difíciles de encontrar, según Grubbs. Deben competir con éxito con otros microbios, no deben producir subproductos tales como el sulfuro de hidrógeno, que huele a huevos podridos, y sobre todo deben ser inocuas para el hombre. Sin embargo, en muchos casos no es necesario añadir bacterias. Tanto la EPA como grupos ecologistas sostienen que los mejores remedios son los que utilizan las bacterias ya existentes en el medio. Simplemente se airea, se riega y se fertiliza la zona de forma que las baterias existentes se multipliquen y la limpien.

No todo es degradable

Contaminantes que pueden ser degradados:- Productos derivados del petróleo: gasolina, fuel, gasóleo.

- Aromáticos polinucleares: benzopireno, aceite y carbón.

- Algunos pesticidas: malation.

- Compuestos del carbón: Fenoles y cianuros en alquitranes del carbón y residuos de coque.

- Algunos disolventes industriales: acetona.

- Muchos éteres.

- Alcoholes simples, como el metanol y otros contaminantes de suelo y agua, como la metiletilcetona

- El etilenglicol, un ingrediente de los anticongelantes.

Contaminantes parcialmente degradables:

- Tricloroetileno (TCE), una gran amenaza para las aguas superficiales.

- Percloroetileno (PCE), disolvente para la limpieza en seco.

- Protectores de la madera, incluyendo el pentaclorofenol.

- PCB y dioxinas: se han conseguido degradar en laboratorio, pero no en campo abierto.

- Arsénico, cromo y selenio.

- DDT: se degrada, con dificultad, en tubo de ensayo.

En residuos no degradables, como los metales pesados, los radiactivos y el mercurio, las bacterias pueden ayudar a concentrarlos, extraerlos del agua y estabilizarlos, para poder almacenarlos sin peligro.

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