Universo simbólico religioso
La publicación en Babelia -topos de compresencia de lenguajes culturales -de la entrevista a José María Mardones denota el despliegue de una sensibilidad, un tanto aletargada, hacia el universo simbólico religioso y, su presencia en las sociedades modernas.De la entrevista se deduce la selectividad de la función social de la religión. Ésta se manifiesta al hombre como un conjunto de respuestas simbólicas fundamentales a las preguntas que reiterativamente se plantea el hombre -como el significado del sufrimiento, de la muerte, de la alienación, etcétera.
El que la relación se halle situada espacio-temporalmente no es más que una prueba de la variedad de la experiencia religiosa, que unas veces se manifiesta como "arma" para luchar contra una situación injusta, y otras veces se manifiesta como "el corazón de un mundo sin corazón", como el "alivio" frente a un "estado de arrojado al mundo", de contingencia que experimenta el ser humano.
Las grandes religiones, como afirma el autor, pueden llevar tanto a la paz como a la guerra, cuando las ideas aparecen vinculadas a intereses y portadores sociales que tratan de articular el conflicto trágico entre el sentido y el sin-sentido de unas formas de vida paradójicas ("ricas" y pobres").
La religión no es buena o mala en cuanto tal, en cuanto forma simbólica, sino que es paradójica en su objetivación institucional, en cuanto dogmática religiosa; cuya consecuencia más extrema es el fundamentalismo- Profesor titular de Sociología.
