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La lucha contra el paro, prioridad de Cresson

Edith Cresson, la primera mujer que asume la jefatura del Gobierno francés, proclamó ayer que la lucha contra el paro y el fortalecimiento industrial de su país serán sus objetivos prioritarios en su gestión. Cresson confirmó así el leve giro a la izquierda que significa su nombramiento en sustitución de Michel Rocard. No obstante, para tranquilidad de los medios financieros, Cresson mantuvo a Pierre Bérégovoy al frente de Economía y Finanzas y reforzó sus actuales competencias. Además de Cresson, el nuevo Gabinete francés cuenta con cinco ministras. Su composición fue anunciada por Cresson a las 21.30, tras una tarde de activas consultas del presidente François Mitterrand y los interesados.

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Cinco mujeres en el nuevo Gobierno francés

Entre los mensajes recibidos ayer por la nueva jefa de Gobierno, figura el de Felipe González, presidente del Gobierno español, quien le ofreció una "estrecha colaboración" así como su "disponibilidad personal y la del Gobierno español". Salvo por el incremento de la presencia femenina, este Gabinete es casi idéntico al que dirigía Michel Rocard. Cresson había tomado oficialmente posesión a las 15.50 horas, tras almorzar en el Elíseo con el presidente François Mitterrand y el primer ministro holandés.A lo largo de la mañana, Cresson comenzó a demostrar que tienen razón los que la llaman la dama de hierro del socialismo francés. "El Gobierno tiene que hablar con una sola voz", declaró a la cadena televisiva Antenne 2. "Las contradicciones naturales en el seno del Ejecutivo", añadió, "deben ser solucionadas en casa y no adquirir una expresión externa".

Todos los comentaristas políticos franceses coincidieron en calificar a Cresson de jefe de guerra electoral de François Mitterrand. El presidente la ha nombrado para que dirija con mano firme y lealtad absoluta a su persona un Gobierno que debe intentar movilizar al electorado de izquierda en la perspectiva de los comicios regionales de 1992 y los legislativos de 1993.

La clave del éxito de Cresson consistirá en lograr la recuperación del prestigio de los socialistas entre el electorado de izquierda, sin romper por ello la reconciliación histórica con el gran capital. Las primeras reacciones a su nombramiento por parte de los medios industriales y financieros franceses fueron positivas. Tras conocer la continuidad de Pierre Bérégovoy en el Gabinete, la Bolsa de París respondió con una subida del 1,30%.

En la noche del pasado miércoles, Mitterrand se dirigió por televisión a sus compatriotas y les afirmó que desea dar un "nuevo impulso" a la acción gubernamental. Para ello, el presidente ha escogido a una persona que representa varios valores simbólicos: es mujer, se sitúa a la izquierda de su predecesor, Michel Rocard, y el pasado otoño se enfrentó abiertamente a este último a causa de lo que consideraba "excesivo liberalismo" de su política económica y social.

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La propia Cresson anunció ayer el color de su acción gubernamental al proclamar: "La socialdemocracia me parece una buena fórmula". La nueva primera ministra afirmó que el "principal problema" que afrontará su Gobierno es el paro. La inflación, dijo, ya está "controlada". Cresson añadió que una de sus grandes tareas será el fortalecimiento del tejido inclustrial francés, en particular la electrónica y el automóvil.

En diversas ocasiones, Cresson había dicho que Francia necesita "un alto mando de la guerra económica", para hacer frente a "la competencia de Estados Unidos y Japón", pero también para "reducir el desnivel industrial con Alemania". La nueva primera ministra cree que "la necesidad de construir una Europa equilibrada" exige que Francia sea "industrialmente tan fuerte como Alemania".

Bérégovoy, en alza

Ayer dio los primeros pasos hacia la creación de ese "alto mando de la guerra económica". Cresson anunció por la mañana "una estrecha coordinación" entre el Ministerio de Economía y Finanzas y el de Industria. Acto seguido expresó su deseo de que Pierre Bérégovoy se ocupara de la dirección de ese "alto mando". Bérégovoy, campeón de la solidez del franco, es muy apreciado en los medios financieros franceses y europeos. Desde anoche, sus competencias se ven considerablemente reforzadas.Cresson, una de cuyas grandes cualidades es la franqueza, confirmó ayer que los japoneses tienen razones para inquietarse por su nombramiento. La primera ministra francesa pidió a la Comunidad Europea una "actitud proteccionista" ante la "agresividad industrial" japonesa, en particular en el sector del automóvil. Hace apenas unas semanas, Cresson había declarado: "Hace falta mucha inocencia o ceguera para no darse cuenta de que los japoneses tienen la voluntad absoluta de conquistar el mundo". El anuncio de la composición del nuevo Gobierno se retrasó varias horas por las dificultades para encontrarle un hueco a Jean-Louis Bianco, hasta ahora secretario general del Elíseo. Edith Cresson deberá ahora afrontar el problema del apoyo parlamentario a su equipo. El diputado Pierre centrista Méhaignerie dijo ayer: "Edith Cresson representa el sectarismo, el espíritu partidista y una buena dosis de intolerancia". [Por su parte, Miguel Boyer, presidente de Cartera Central y exministro de Economía y Hacienda, comentó ayer que el nombramiento de Edith Cresson dificultará el proceso de unidad europea ya que "es más partidaria de la intervención y del nacionalismo francés".

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