_
_
_
_
_

Un guardia civil oyó escondido la declaración de Rubenach

El juez de Pamplona expulsó ayer de la habitación del Hospital de Navarra en la que se encuentra ingresado el miembro de ETA Germán Rubenach a un guardia civil que estaba escuchando las declaraciones judiciales escondido en el baño de la misma, según fuentes de la defensa del joven.Germán Rubenach, desmintió ayer todas las declaraciones judiciales que ha realizado hasta la fecha durante una nueva declaración realizada ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia de Pamplona, según indicaron fuentes de la defensa. Las mismas fuentes destacaron que Rubenach afirmó que los miembros del comando Nafarroa de ETA Militar, implicados en los sucesos ocurridos en la Foz de Lumbier, no se suicidaron, y negó por completo que unos dispararan contra los otros.

Carlos Divar, titular del Juzgado Central número 4 de la Audiencia Nacional, remitió un exhorto a la Audiencia de Pamplona delegando en su Juzgado de Instrucción número 3 para proceder a un nuevo interrogatorio del terrorista, previo examen psiquiátrico de su salud mental. En la mañana de ayer varios médicos forenses examinaron a Rubenach y dieron el visto bueno al interrogatorio, que se realizó a continuación y por espacio de unos 45 minutos. Las cuestiones que le fueron formuladas a Rubenach correspondieron a un guión previo de preguntas remitido por la propia Audiencia Nacional.

Antes de comen zar el interrogatorio se produjo ya un incidente, al negarse la Guardia Civil a dejar pasar al juez a la habitación en la que Rubenach se encuentra internado, en el Departamento de Neurocirugía del Hospital de Navarra.

Cacheo al juez

El Juez se identificó como tal y exhibió su documentación, a pesar de lo cual los guardias civiles que custodian al etarra cachearon al magistrado antes de dejarle pasar a la habitación, indicando que no tenían conocimiento de que el interrogatorio se fuera a producir.Una vez comenzado éste y después de que el juez hubiera ordenado a los cinco guardias civiles de paisano y tres miembros de los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR) que abandonaran la habitación, se encontró una bolsa de plástico en cuyo Interior había un magnetófono en marcha que estaba grabando el interrogatorio.

Ante este descubrimiento, el juez optó por mirar en el baño de la habitación en cuyo interior halló a un guardia civil que se encontraba escuchando la declaración, según señalaron fuentes de la defensa. Tras este percance, el juez ordenó al guardia civil que saliera inmediatamente y el interrogatorio continuó con la presencia del juez y los abogados. La defensa del etarra solicitó ayer la presencia en las diligencias de un miembro de Amnistía Internacional.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_