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Fernando Falcó

El defensor apasionado de los automovilistas

Rocío García

El abogado Fernando Falcó es un firme defensor del automovilista. Desde la presidencia del Real Automóvil Club de España (RACE) intenta poner diques a las trabas excesivas que impone a los automovilistas la nueva Ley de Seguridad Vial que ayer cumplió un mes desde su entrada en vigor. Sin dejar de reconocer que la ley era necesaria y que ofrece importantes garantías a los usuarios, Fernando Falcó, marqués de Cubas, se muestra preocupado por ciertos aspectos.Para el presidente del RACE, una asociación civil que engloba a más de 400.000 socios, la Ley de Seguridad Vial ha puesto demasiado el acento en la elevación de las multas "Partiendo de la base de que el castigo es necesario, las sanciones en la ley son desproporcionadas. El amedrentamiento nunca es bueno", dice Fernand Falcó, quien echa en falta factores complementarios que considera urgentes, como la infraestructura de las carreteras y el aumento en la dotación de la Guardia Civil de Tráfico, cuya labor primordial, en su opinión, tiene que ser la de ayudar al automovilista y en segundo lugar la de vigilar y sancionar a los infractores.

A pesar de todo no cree que la ley intente disuadir de circular al automovilista, al contrario de la tendencia que se registra en los ayuntamientos de las grandes ciudades. "La solución no es impedir el uso del automóvil y poner trabas, sino dar alternativas para que sea el ciudadano quien, libremente, opte por los transportes públicos", dice mientras reconoce la diferencia entre el comportamiento del automovilista español en carretera, que califica de prudente, y en ciudad, que considera irresponsable e incívico.

Cumple 51 años la próxima semana, y desde 1976 es presidente del RACE, asociación que fundó a principios de siglo su abuelo materno y que también presidió su padre. Fue precisamente durante la presidencia de su padre cuando se construyó el circuito del Jarama. Familia aficionada de siempre a los rallies y los automóviles, Fernando Falcó dejó de participar en estas competiciones tras la muerte de su hermano mayor, Felipe, en el Rally del RACE del año 1962. Dueño de tres automóviles no especialmente destacados por su rapidez, el marqués de Cubas reconoce que la velocidad tiene para él un atractivo especial -"es una especie de vér de vértigo"-. "Yo conduzco rápido, pero me considero una persona prudente. Por ejemplo, no conduzco a la misma velocidad de noche que de día, ni cuando llueve y el suelo está resbaladizo".

Parece estar intentado siempre un paciente equilibrio. Por ello, Fernando Falcó, aun asumiendo el riesgo que implica la velocidad, quiere incidir en el compromiso entre ese riesgo y el progreso y la, en su opinión, mayor seguridad para el automovilista cuanta mayor potencia tenga un coche.

Ese paciente equilibrio de Fernando Falcó no parece haberse resquebrajado a nivel personal, a pesar de las duras incidencias vividas con la separación de su mujer, Marta Chávarrí, y el permanente acoso de los medios de comunicación. "Ha sido una situación incómoda, me siento permanentemente observado y ello produce una sensación anímica de tensión, aunque tengo que agradecer a la gente que no me conoce que me haya tratado con simpatía". Sus relaciones con Marta Chávarri las califica de buenas -"hablamos de cosas que conciernen a nuestro hijo Álvaro"-, y no se arrepiente para nada de su matrimonio. "Vivimos momentos muy felices".

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