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Reportaje:

Disfraces y murguas

El buen tiempo y las alusiones políticas marcan el carnaval en Santa Cruz de Tenerife y Cádiz

Con un tiempo radiante, Santa Cruz de Tenerife abraza una nueva edición de su carnaval. Tras la elección de la reina, el pasado jueves, la fiesta está ya en la calle. Millares de personas con ocurrentes atuendos, disfrazan el ambiente cotidiano de una ciudad abierta al Atlántico. Durante la fiesta, todos comparten la ilusión de divertirse, olvidando diferencias y con la meta común de superar los logros de años anteriores.Grandes y pequeños se transforman por unos días encarnando personajes que en muchos casos son protagonistas del mundo de los, cuentos infantiles, motivo central del carnaval este año. Voces disimuladas y rostros, escondidos tras un antifaz, careta o maquillaje imprimen en el ambiente las situaciones mas inesperadas. Mientras Blancanieves baila con Charlot y Batman piropea a Cenicienta, legiones de ratoncillos marchan cogidos por la cintura, serpenteando entre la gente; una murga desata. sus críticas con humor y música en una esquina; un poco más abajo, suenan los acordes románticos de una rondalla, mientras de: lejos se percibe el ritmo contagioso de una comparsa.

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La fiesta catalana

Mil y una sorpresa asaltan al visitante, y de inmediato comprueba que la realidad supera todo comentario; la tentación resulta irresistible. De pronto, sin darse cuenta, forma parte de un pueblo que se divierte libremente, derrochando cordialidad en un ambiente que raramente se ve turbado por algún incidente. Todos son celosos guardianes del patrimonio más cotizado de la fiesta: la seguridad.

Carmen Gloria Trujillo derramó algunas lágrimas al ser elegida reina del primer carnaval de los 90. En el escenario de cuento de hadas diseñado por el escenógrafo argentino Mario Vanarelli, otras 22 jóvenes lucían las vistosas fantasías, que a lo largo de varios meses han realizado los diseñadores de la isla. Plumas, bordados, encajes, lentejuelas y otros sofisticados materiales encierran a las candidatas que se han visto obligadas a pasar por el gimnasio para soportar el reto. Cuatro horas sin fractura en su continuidad, sintetizaron el carnaval de Tenerife en ambiente de gala, al cuidado del conocido director artístico Jaime Azpilicueta.

15 orquestas canarias reforzadas con la presencia de ocho bandas caribeñas llenan la noche de música, invitando al baile que surge junto a cinco gigantescos escenarios. Unos 120 quioscos con su particular reclamo musical atraen especialmente al público juvenil en una zona de carácter diferenciado. En la calle, cientos de carrozas y coches engalanados, dotados de poderosos equipos de sonido, constituyen el reclamo de un particular espectáculo.

Barrio de La Viña

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El céntrico barrio gaditano de La Viña, corazón del carnaval de Cádiz, es desde el pasado viernes, fecha en la que oficialmente se inició el Carnaval, una especie de escenario teatral en el que uno puede encontrarse los personajes más dispares y vivir, situaciones insospechadas. Juan Guerra, Groucho Marx, Carmen Romero, Perico Delgado, Rafael Alberti, Gorbachov o Ronald Reagan son personajes con los que uno puede toparse en cualquier momento por las calles de Cádiz.A diferencia de los de otras ciudades, en los que priva la estética visual de los disfraces (tipos se llaman en Cádiz), en el Carnaval gaditano impera la palabra. Las coplas, la ironía, el gracejo y la crítica, casi siempre mordaz, protagonizan la fiesta, en la que la gente se echa a la calle para mostrar y presumir de su ingenio, a la vez de verter las críticas sobre situaciones y personajes del momento, casi siempre políticos.

Han sido 12 meses -desde el último carnaval- pensando y diseñando letras y tipos. Aunque en ocasiones, como este año con el caso de Juan Guerra o en 1981 con Antonio Tejero (la intentona golpista se produjo tan sólo una semana antes del inicio del carnaval de aquel año) los letristas y compositores del Carnaval tuvieran el coraje de modificar en el último momento el trabajo de todo un año para reflejar los últimos acontecimientos del momento.

Este año, como estaba cantado, los personajes protagonistas del Carnaval han sido, además del hermano del vicepresidente del Gobierno, Carmen Romero, esposa de Felipe González y diputada por Cádiz -que asistió la madrugada del pasado viernes a la final del concurso de agrupaciones, donde encajó con risas las ácidas críticas que se vertían en el escenario sobre su marido y sobre ella misma-; el ex-senador del Partido Popular Enrique Bolín; Juan Pablo II y la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, la socialista Josefina Junquera.

Pero personajes y tipos aparte, el sentimiento más profundo que subyace en el Carnaval de Cádiz es el orgullo de ser gaditano y el lamento de un pueblo que es consciente de la situación de crisis económica que vive su ciudad.

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