Estudiar también es cosa de mayores

Los alumnos del centro de educación permanente de adultos de Hortaleza están acostumbrados al olor a madera quemada. En invierno, la única forma de calentar las aulas es poner a toda máquina las estufas de leña. Esta precariedad avala la acusación hecha por algunos grupos políticos: el escaso apoyo que recibe la enseñanza de adultos en una ciudad que cuenta con un millón de analfabetos. Uno de cada tres habitantes de la futura capital cultural europea, como señala el PP, es un iletrado, y las instituciones no se ponen de acuerdo sobre quién ha de ponerle remedio.

En el centro de adultos de Hortaleza los hombres tienen que apuntar bien cuando van al baño, porque las bacinillas de pared están a la altura de los usuarios para los que fue diseñado el edificio: párvulos. "Las tazas ya nos las han cambiado", dice Felipe Sevillano, director del centro, "porque era imposible hacer algo más serio en aquellas otras, de pequeñas que eran". Aun así, no se pueden quejar. Desde las once de la mañana, la hora del recreo las señoras que abarrotan el centro, amas de casa en su mayoría, tienen que hacer cola durante mucho tiempo a la puerta del único servicio sólo para mujeres que hay en el edificio. Y en las aulas, a primera hora, casi nadie puede prescindir de guante y el abrigo.Los datos del Anuario Estadístico Municipal de 1986, último que hay sobre el asunto, denuncian 49.105 analfabetos totales y 973.730 iletrados sobre 3.058.818 habitantes., Las cifras no siempre coinciden, aunque son todas igualmente alarmantes. Ayer mismo, el Partido Popular hizo llegar a la prensa una dura crítica dirigida al Gobierno socialista de la Comunidad: "Es muy grave que Madrid, ca pital europea de la cultura en 1992, tenga casi 100.000 analfabetos y más de 900.000 funcionales y que la Consejería de Educación de la Comunidad no sepa dar una respuesta suficiente". Izquierda Unida arremete más bien contra el Ayuntamiento de la capital, donde gobiernan PP y CDS: "No hay apoyo municipal a la enseñanza de adultos".

A pesar de las goteras

Los organismos oficiales no se ponen de acuerdo sobre a cuál corresponde ocuparse del mantenimiento de estos centros. "Los inmuebles son del Ayuntamiento", dice Joaquín Alvarez de Toledo, concejal del Cultura y Educación, "pero el resto de las competencias corresponde al Ministerio de Educación". Felipe Sevillano ya se sabe la copla: "El ministerio se ocupa de todo lo que sea educativo. Es el único dinero que recibimos. En los colegios de EGB, el Ayuntamiento se ocupa del conserje y el mantenimiento, pero parece que los mayores no merecemos tanto".A los alumnos, sin embargo, ir a clase a pesar del frío y las goteras les compensa. "Hemos venido incluso estando malas", asegura un ama de casa, alumna de lengua. El Jefe de estudios hace el recuento de las actividades extraescolares. "Hacemos representaciones de Arniches o los hermanos Álvarez Quintero, cinefórum, conferencias..."

Entran los alumnos del último turno. Un apoderado, una barrendera, un policía, un par de secretarias y una enfermera ocupan sus pupitres. "Si nos quitan el edificio, estudiaremos en la calle, pero seguiremos viniendo".