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Sorprendente actividad en la Nebulosa del Cangrejo

Astrónomos del radiotelescopio Jodrell Bank, en Cheshire (Reino Unido), han visto cómo temblaba una estrella. El cuerpo celeste, conocido como el pulsar del Cangrejo, gira a una velocidad inusitada formando un cataclismo similar al producido por la explosión de un millón de bombas de hidrógeno. Por espacio de 12 horas diarias y durante los últimos ocho años, dos astrónomos británicos observaron con un pequeño radiotelescopio el pulsar y midieron sus señales.

El mes pasado, Andrew Lyne y su investigador ayudante Bob Pritchard comprobaron que este pulsar o estrella de neutrones había incrementado su aceleración en un espacio de 20 minutos. El pulsar del Cangrejo se encuentra tan alejado de nosotros que sus señales tardan unos 3.000 años en llegar hasta la Tierra, aunque se halla en nuestra galaxia. Esta enorme estrella se formó de los residuos de la explosión de una supernova que fue observada por astrónomos chinos en el año 1054.Este pulsar de la Nebulosa del Cangrejo tiene aproximadamente la misma masa que el Sol, que posee un millón de kilómetros de diámetro, cuando el pulsar tiene sólo unos 30 kilómetros de diámetro. Está constituido por un extraño fluido, similar a una especie de mar mecánico-cuántico, de partículas subatómicas llamadas neutrones. Este fluido es tan denso que una porción del tamaño de un azucarillo podría pesar 100 millones de toneladas.

Luminosidad

La Nebulosa del Cangrejo despide tanta luminosidad que sus destellos han podido ser captados en determinadas épocas desde la Tierra. No obstante, en las últimas décadas su actividad pareció desvanecerse. En 1969 los astrónomos descubrieron en esta nebulosa el surgimiento de un pulsar, a un lado de la gran masa explosiva, en el corazón del Cangrejo.Cuando se descubrió este pulsar, los astrónomos apreciaron que cada cierto espacio de tiempo, menor que un segundo, emitía una señal muy precisa, mayor aún que la de un reloj atómico, y ello hizo concebir a algunos científicos que pudiera ser la señal de una extraña civilización galáctica, comenta Rafael Garrido, del Instituto de Astrofísica de Granada.

Este científico estima que lo que pueden haber captado los astrónomos británicos parece ser en realidad un aumento súbito del período de revolución del pulsar, tras caer sobre su superficie parte de la materia que gira en su entorno.

The Independent / EL PAÍS.

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