Homenajes

Un crítico de postín hace bolos de hotel ante algo menos de 200 personas entregadas a teorizar, a especular, sobre lo que pudo ser y no fue en el festejo que acaba de concluir apenas dos horas antes. En esa tertulia de lujo y entrada libre, descubre uno, por ejemplo, que el joven novillero triunfador de cuya faena van a hablar los aficionados durante mucho tiempo, tanto que podrían escribirse libros con todo lo que, acertado o no, se va a decir, tiene verdaderos problemas para ligar más de dos palabras seguidas como respuesta a cualquiera de las preguntas que le dirigen. Hasta se diría que aquella mesa y aquella gente le dan más miedo, le hacen pasarlo peor, que cuando se la estaba jugando a lo grande en el ruedo, haciendo saltar chispas de entusiasmo colectivo. Menos mal que allí, aunque no le cubra su cuadrilla, cuenta con un especialista siempre al quite.Taurinos insaciables, y especialmente aquellos cuya presencia en la ciudad se justifica exclusivamente por la Feria, no se conforman simplemente con dos horas de tendido y lidia. Para ellos, la oferta debe incluir también un antes y un después de la novillada, de la corrida, donde a ese tipo de tertulias, en las que cualquiera puede opinar y hasta pontificar sobre lo que ha dado de sí la tarde, hay que añadir toda suerte de jolgorios frecuentemente impregnados de un claro toque andalucista. Se programan semanas gastronómicas andaluzas y se cierran las noches con fiesta flamenca en un improvisado bar para el que se ha elegido el nada original nombre de El Tendido. Incluso el güisqui de importación sabe allí a fino jerezano. Es la sección de complementos

de esta Feria de San Jaime, en la que tampoco faltan exposiciones de pintores del toro.

Desconocido museo

Tiempo de homenajes, ya sea a un diestro de la tierra, porque no hace mucho que le cogió un toro, o a un comisario policial/presidente taurino que acaba de jubilarse de sus dos difíciles cometidos. La Diputación Provincial, que no quiere quedar fuera de juego después de unos cuantos años de ser estrella taurina, se apresura en estas fechas a reinaugurar, con nuevas donaciones y adquisiciones, aire acondicionado y música ambiental, un museo taurino cuya existencia desconocen la inmensa mayoría de los valencianos.

Una minipublicación, que eufemísticamente se ha titulado Agenda de la Feria de Julio, es profusa y gratuitamente repartída cada tarde de toros en las inmediaciones de, la plaza. La información sobre las corridas, la guía de hoteles, restaurantes y cines va en páginas interiores. El papel couché queda para los sex shop y casas de masajes.