Un laudo arbitral de Gaspar Ariño da la razón a Viesgo en su disputa con Endesa
El catedrático de Derecho Administrativo, Gaspar Ariño, nombrado árbitro en el contencioso que desde hace unos años enfrenta a Electra de Viesgo con la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa), dictó un laudo que pone fin a las diferencias de criterio manifestadas por ambas partes.El citado laudo, que da la razón a la tesis defendidas por la empresa cántabra, señala que el contrato suscrito en 1985 entre las compañías eléctricas españolas y Endesa, tras la firma de los intercambios de activos -a la que no se sumó Viesgo-, supuso de hecho una novación contractual, en la que quedaba al margen la sociedad que preside Juan Miguel Villar Mir.
Las consecuencias de ese laudo es que, frente a las pretensiones de Endesa, que reclamaba a Viesgo -a tenor del contrato de 1985- unos 14.000 millones de pesetas en concepto de factura por la energía suministrada a lo largo de los años 1986 y 1987, esta cifra queda reducida a 3.500 millones, ya que los cálculos realizados se efectúan en base al anterior contrato de 1983.
"El laudo", según manifestaron fuentes de Viesgo, "nos ha producido una gran satisfacción, y las consecuencias económicas que se derivan serán fácilmente asumidas por las reservas que tiene constituida la compañía".