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Inaugurada la primera planta farmacéutica de ingeniería genética

La primera planta farmacéutica española para la fabricación de medicamentos por técnicas de ingeniería genética producirá en los próximos años algunas sustancias difíciles de obtener por los métodos tradicionales, como el factor de crecimiento epidérmico (EGF), un producto para la regeneración de la piel en grandes quemaduras y heridas.

En la puesta en marcha de la planta de laboratorios Serono, que fue inaugurada el pasado miércoles por el director general de Farmacia y Productos Sanitarios, Joquín Bonal, y cuyo presupuesto asciende a más de 2.000 millones de pesetas, ha participado el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).El EGF es una de las sustancias de gran interés en medicina, pero que sólo se obtiene, en pequeñas cantidades y para investigación, a partir de la orina. Gracias a las técnicas de ingeniería genética se podrá producir a escala industrial, utilizando como fábrica un microorganismo, la bacteria Escherichia coli, en cuyo material genético se ha introducido el gen encargado de su síntesis. El primer producto biológico fabricado mediante ingeniería genética fue la insulina humana, que está en el mercado desde 1982. También se ha conseguido, en 1985, la hormona del crecimiento, útil en el tratamiento de algunos tipos de enanismo.

"El desarrollo del factor de crecimiento epidérmico estará terminado en unos cuantos meses, pero todavía habrá de pasar los complicados estudios toxicológicos en animales de experimentación y clínicos en humanos, por lo que no estará en el mercado antes de 1992", afirma Jesús F. Tresguerres, director científico de Serono España, una empresa mixta hispano-suiza.

En septiembre estará a punto otro microorganismo modificado genéticamente para la producción por ingeniería genética del factor liberador de la hormona corticotropina (CRF), una sustancia biológica que se segrega de forma natural en el cuerpo y que parece tener utilidad en el tratamiento de ciertos trastornos del sistema nervioso. De la modificación genética se está encargando el departamento de Microbiología de la universidad de León, dirigido por el profesor Juan Francisco Martín. La fabricación de este nuevo producto seguirá un proceso semejante al del EFG, aunque con algún retraso.

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