Escámez acusa a Cartera Central de no aportar nada para mejorar la gestión

El presidente del Banco Central, Alfonso Escámez, que por primera vez en un año ha tomado la iniciativa para responder de modo enérgico a las alusiones de los máximos dirigentes de Cartera Central -primer accionista de esa entidad bancaria- al afirmar que el banco que preside puede mejorar sus ratios de rentabilidad, piensa que el principal accionista no ha hecho absolutamente nada por mejorar la gestión del banco.

Durante el consejo de administración extraordinario que el Banco Central celebró ayer por la tarde, y que fue convocado expresamente por el presidente para dar contestación a las dudas planteadas por Cartera Central, se leyó un amplio informe en el que se daba cuenta de los avances de la entidad bancaria. La sesión, que se prolongó por más de cuatro horas, comenzó con la lectura del acta del consejo de administración anterior -lo que consumió las tres horas primeras- Esta lectura, que no estaba prevista, retrasó el horario de finalización del consejo.El resto del tiempo lo utilizó Epifanio Ridruejo, consejero director general del banco y una de las personas de máxima confianza de Alfonso Escámez, en leer un amplio informe sobre la gestión efectuada en los tres últimos años en contestación a la petición hecha por Alvaro Alepuz, consejero de Cartera Central, en la sesión del consejo del pasado 16 de mayo.

En este informe se decía no entender la preocupación de Cartera Central por conocer la gestión de la entidad desde 1985 cuando ellos llegaron al banco en noviembre de 1987.

Pugna por el control

El Banco Central considera que Cartera Central no ha dado una oportunidad a la dirección, que no ha aportado negocio al banco en absoluto, que no han suscrito ni un bono de la emisión que el banco puso en circulación recientemente y que parecen estar jugando a que no mejore la entidad para tener argumentos que señalar en su pugna por el control del banco, verdadero caballo de batalla de esta nueva y cíclica escaramuza.Al finalizar el consejo, tanto los portavoces de Cartera Central como los del Banco dijeron que el consejo había sido tranquilo y que no habían variado las posiciones anteriores; es decir, que las espadas siguen en alto.

[Al finalizar la reunión del consejo, Alfonso Escámez afirmó que no preveía por el momento la salida de ninguno de los consejeros de Cartera Central del banco como contestación a las críticas que este accionista ha efectuado a la gestión de la entidad, según informa Efe. Escámez calificó la reunión de distendida aunque pesada. Por su parte, Alberto Alcocer y Alberto Cortina declinaron hacer valoraciones de la misma.]

El Banco de España, que en otras ocasiones ha tratado de que las aguas se serenasen antes del día clave de la junta general, se mantiene en esta ocasión expectante y señala que los conflictos entre los accionistas y la dirección del banco han de arreglarlos ellos, aunque considera que el Central saldrá ganando cuanto menos repercusión tengan este nuevo enfrentamiento en la opinión pública.

La guerra sin cuartel se ha declarado y cada parte prepara la batería jurídica ante la posibilidad que no se llegue a un acuerdo como ha ocurrido en otras ocasiones. Ramón Hermosilla trabaja al frente de un equipo de juristas para Cartera Central, y ya ha enviado varios requerimientos notariales al Banco Central. Por su parte, el banco, donde se piensa que las posibilidades de negociación en estas ocasión son lejanas, cree que Cartera quiere que la autoridad monetaria medie en el conflicto.

Mientras, el Banco Central es partidario de que el problema -con toda su crudeza- se dirima en la junta general de accionistas de pasado mañana. Cartera Central piensa mover sus piezas en esta especie de partida de ajedrez apurando hasta el último momento, pero antes de la junta, como ocurrió justamente ahora hace un año.