"Semprún es más discreto que Lang"
Jean-Frangçois Revel, autor de espléndidos análisis literarios, incorpora a su discurso una gran dosis de crítica al "dirigísmo" de los actuales gobiernos en materia cultural. "En Atenas, en los momentos más brillantes de la historia cultural del mundo, nunca necesitaron ningún ministerio para ocuparse de los asuntos culturales", recuerda.Critica al ministro de Cultura francés, Jack Lang, que "monta los ramos de flores para adornar la República Francesa", y manifiesta su estupor por el hecho de que su gran amigo Jorge Semprún se haya prestado también ajugar el mismo papel que su colega francés. Aunque espera, "que Semprún sea más discreto".
"Pueden constatarse en el estatalismo cultural las mismas equivocaciones que se dan en el dirigismo económico", afirma Revel comparando las inversiones millonarias en la creación de un tercer teatro de ópera en París (el de la Bastille) con las que se hicieron en la década de los setenta con la decaída industria siderúrgica o con la fabricación de un paquebote de lujo, el France, cuando el salto transatlántico entraba de pleno en la era del jet: "Cualquier empresario privado entiende que sólo hay 10 cantantes magníficos de ópera que no vienen a París por simple falta de presupuesto. La ópera, en Francia, no depende de locales mayores, sino de organizar una temporada realmente buena que durará sólo tres semanas cada año".
