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Viatcheslav Rozhnov

Tras las huellas del 'abominable hombre de las nieves'

Margot Molina

Viatcheslav Rozhnov nació en Moscú hace 37 años y ha dedicado toda su vida al estudio del comportamiento de los mamíferos carnívoros. Sus expediciones a Vietnam le han hecho creer en la existencia del legendario yeti, el abominable hombre de las nieves, hipótesis que va a intentar confirmar. Rozhnov, que ha estado recientemente en el Parque Nacional de Doñana, pretende, organizar una expedición entre soviéticos, españoles y vietnamitas en busca de pruebas sobre la existencia del yeti.

Rozhnov, afable, tímido y siempre sonriente, tiene en su haber 25 publicaciones científicas y es miembro de la Academia de Ciencias de la URSS. Su padre, inválido de guerra, trabajaba en un banco y su madre en un fábrica de textiles, pero tanto Rozhnov como su hermano, que también forma parte de la Academia, se interesaron por las ciencias desde su juventud.Sus primeros pasos científicos comenzaron en 1968 con la entrada. en un grupo geológico de, la Escuela de Agricultura de Moscú, al que accedió por su participación en una expedición a la República del Kazastán. En 1972 publicó su primer trabajo en una revista estudiantil, La Hematología de los pequeños carnívoros. Dos años más tarde comenzó a colaborar en el departamento de Morfología y Ecología Evolutiva de los Animales del Instituto Severtzov, dentro de la Academia de Ciencias de la URSS.

En calidad de miembro de la Academia, Rozhnov ha efectuado varias expediciones al norte de la URSS y al desierto de Uzbekistán, donde estudió la ecología de los mustélidos (armiños, comadrejas, tejones, visones, martas y garduña). Junto con sus colegas del Instituto de Fauna Cinegética de Leningrado consiguió repoblar de visones europeos la isla de Valaam, en el lago Ladoga.

Desde 1980, Rozhnov pasa dos meses al año en la meseta de Tainguen (Vietnan) investigando el comportamiento de los carnívoros y primates. En una de sus expediciones conoció al profesor vietnamita Vo-Qui, que le mostró fotografías de las huellas de un enorme primate bípedo, que bien podía ser el yeti. Las instantáneas fueron tomadas en el área montañosa que existe entre las fronteras de Laos, Camboya y Vietnan, hoy inaccesible a causa de la guerrilla.

El área de Tainguen está habitada por la tribu de los Banar, etnia que aún conserva una economía de supervivencia mediante la caza con arcos y flechas. Rozhnov vivió con ellos experiencias tan interesantes como la de grabar las vocalizaciones de los gibones. "Conseguí grabar los sonidos que emiten estos grandes primates permaneciendo tres días sólo en una cabaña en plena selva virgen. Con ese material pude determinar el comportamiento social de los distintos grupos de los gibones, ya que éstos se comuncican entre sí".

Rozhnov se encuentra en España invitado por la Asociación de Amigos de Doñana e interesado por los trabajos que se estan realizando con radioemisores para el estudio de los carnívoros.

La nueva técnica consiste en colocarle al animal un collar que emite frecuencias y permite seguir sus movimientos mediante el radio-rastreo. El científico ruso ha estado estudiando las martas y los lobos en las montañas de Zamora y al lince, el meloncillo y la jineta en el Parque de Doñana.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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