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Fernando Trueba cambia el humor por un 'thriller' psicológico

'El mono loco', protagonizada por Jeff Goldblum

Fernando Trueba leyó El sueño del mono loco, de Christopher Frank, hace 11 años, cuando era crítico cinematográfico y aún no había rodado ninguna película. La novela de Frank le impresionó tanto que se empeñó, sin éxito, en que alguien pusiera imágenes a la novela. Ahora rueda los últimos planos de la película que ha producido Andrés Vicente Gómez y que será estrenada en el próximo festival de Cannes.

Fernando Trueba, de 37 años, es uno de los directores más taquilleros del nuevo cine español, con títulos como Ópera prima, Sé infiel y no mires con quién o El año de las luces. Casi todos sus filmes más conocidos son comedias que han conectado fácilmente con los espectadores. Sin embargo, con El mono loco abandona momentáneamente la veta de la risa y la comedia costumbrista para rodar algo que él define como thriller psicológico. "Leí esta novela en 1978, antes de haber filmado ninguna película. Recuerdo que la leí de un tirón y que me hizo mucho daño en el sentido en el que me tocó fibras muy personales. Vi que ahí había una película, y se lo propuse a algunos directores amigos a los que les encantó la historia pero que consideraron que era muy dificil poner en marcha el proyecto. Después de filmar Ópera prima conocí a Christopher Frank y le hablé de mi intención de hacer una película con su novela, pero había que buscar productor. Esto se solucionó durante un viaje en coche que hice a Cannes en 1987 con Andrés Vicente Gómez. Le hablé de la historia y se interesó inmediatamente por ella."Fernando Trueba comenzó el rodaje de El mono loco el pasado mes de noviembre en París, para seguir después en unos estudios próximos a Madrid. La mayor parte del reparto está integrada por actores extranjeros, y está siendo rodada en inglés. Trueba explica esta forma de trabajo diciendo que todo se hace así porque así lo requiere la historia. "El personaje principal de la novela es un guionista francés. Pero yo quería huir del típico guionista europeo demasiado intelectual y lo convertí en americano, alguien vital, inocente e infantil que vive en Francia, un país que no es el suyo. Los actores son extranjeros porque extranjeros son los personajes".

Trueba confiesa que se siente mentalmente absorbido por la historia. "Me pasó igual cuando rodé El año de las luces. Es una sensación muy fuerte que me obliga a sufrir y disfrutar con ella. De todas formas, aunque la historia que se cuenta en el filme es muy dura, también contiene momentos de humor. Es difícil ponerle una etiqueta, pero yo diría que es un thriller psicológico".

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