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Un incendio destruye medio millón de volúmenes en el almacén de Salvat en Barcelona

Un espectacular incendio, al parecer fortuito, destruyó ayer el almacén de la empresa Salvat Editores, SA, situado en la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat. El fuego calcinó 500.000 libros y fascículos coleccionables que iban a ser distribuidos. Las pérdidas ocasionadas por las llamas, que tardaron varias horas en ser controladas, ascienden como mínimo a 100 millones de pesetas, según fuentes de la empresa, las cuales aventuraron como causa del siniestro un cortocircuito.

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El incendio se inició sobre las 4.45 horas en el interior de la oficina del 'efe del almacén, situada en el centro de la nave, que tiene una superficie aproximada de 2.000 metros cuadrados. Las llamas provocaron el desprendimiento de la cubierta de la nave, lo que motivó la rápida expansión del fuego entre los volúmenes apilados.El director de producción de Salvat Editores, SA, Félix García, manifestó que el incendio pudo iniciarse a causa de un cortocircuito producido en algún aparato que se encontraba en el interior de la oficina -probablemente en un ordenador- y descartó que pudiera haber sido provocado. Por su parte, Esther Casadellà, portavoz del comité de empresa, en el que es mayoritaria la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), insinuó que el incendio pudo ser intencionado y lo relacionó con la reciente adquisición de las empresas del grupo Salvat por parte de la multinacional francesa Hachette. Félix García, portavoz de la empresa, negó esta hipótesis -"nosotros nos dedicarnos a imprimir libros, no a quemarlos", dijo- y precisó que los 16 trabajadores del almacén quemado serán recolocados en el grupo editorial.

Del mismo modo, el jefe de la brigada de bomberos que intervino en las tareas de extinción, Josep Maria Royes, criticó la ausencia de bocas de agua en los alrededores de la fábrica. García, por su parte, señaló que "esta opinión es muy respetable, pero nosotros cumplíamos todas las medidas de seguridad previstas".

El fuego no quedó controlado hasta pasadas las diez de la mañana, después de una intensa tarea de extinción en la que participaron nueve parques de bomberos, que desplazaron al lugar más de cincuenta hombres en veinte coches. Las llamas calcinaron también tres camiones de distribución y una máquina elevadora.

En el momento de iniciarse el fuego, únicamente se encontraba en la empresa el vigilante de las instalaciones, que fue alertado por un piloto eléctrico del sistema de protección contra incendios. El humo causó una ligera intoxicación a un bombero, mientras que un directivo de la empresa se rompió el tobillo tras personarse en el lugar de los hechos.

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Las instalaciones de Imprenta Hispanoamericana, SA, propiedad también del grupo Salvat, que acogen a 196 empleados y que se encuentran en el mismo edificio del almacén, no sufrieron desperfectos. Este centro de impresión no está incluido en los bienes adquiridos por Hachette.

El lugar donde sucedieron los hechos está situado en la carretera comarcal C-245, de Sant Boi a Viladecans, que registró atascos debido a las tares de extinción. Las instalaciones, ubicadas en un polígono industrial, funcionan desde hace 19 años y no habían sufrido ningún incendio.

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