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La visita de Royuela

Hay un refrán que dice que "no hay nada más, bello que la amistad". Esto es precisamente lo que ayer debió de pensar Joaquín García Lavernia, de profesión magistrado, cuando sentado en el despacho del segundo jefe de la Brigada de Policía Judicial de Barcelona, recibió la amable visita de su inseparable amigo el ultraderechista Alberto Royuela, de profesión subastero.Royuela pidió permiso a las autoridades policiales para poder saludar a don Joaquín, después de enterarse por la radio y la televisión que se había dictado orden de prisión contra él.

Lo que quizá no esperaba Royuela, es encontrar a Joaquín García en un despacho oficial y compartiendo amablemente con algunos jefes policiales. Don Joaquín fue detenido sobre las tres de la tarde en su casa de La Pineda-Salou, y fue conducido directamente a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía dé Barcelona. Allí, García Lavernia no llegó ni a pisar los calabozos de las dependencias policiales. Fue trasladado directamente al despacho del segundo jefe de la brigada hasta que se le preparó el viaje a la prisión de Lérida-2 en un vehículo k camuflado, que nunca se utiliza para la conducción de detenidos.

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Pero es que don Joaquín no era un detenido cualquiera. Después de tantos años de ejercicio, el trato que recibió por parte de los policías que han trabajado durante este tiempo con él no podía ser diferente. Cuando un policía fue preguntado sobre el motivo por el que García Lavernia no fue trasladado a los calabozos, la respuesta fue un simple encogimiento de hombros que pretendía dar a entender que éste no era un preso cualquiera.

Aparte de Royuela, la hermana y otros amigos de don Joaquín pudieron también saludarlo en el despacho oficial. "Estaba alicaído pero guardaba su habitual temple" explicó uno de los agentes que estuvo dialogando con él.

Paradero desconocido

El paradero del magistrado Carlos Lorenzo-Penalva de Vega se ignoraba a última hora de la noche de ayer. Por la mañana, la policía acudió a su domicilio, en el número 35 de la calle de Doctor Carulla, de Barcelona. Allí no se le encontró y el mismo resultado tuvo una visita policial al despacho de su abogado, Joan Piqué Vidal, según señalaron fuentes policiales.Piqué manifestó que el magistrado se encontraba en la ,mañana de ayer en Madrid y que, tras conocer el fallo, decidió regresar a Barcelona en su vehículo para ponerse a disposición judicial. Por otra parte, fuentes cercanas al caso indicaron que el magisitrado podía estar en Palma de Mallorca, aunque tampoco pudo ser localizado en su domicilio.

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