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El director de una clínica mental ignoraba que los malos tratos a pacientes fuesen delito

El director médico de la clínica mental de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Adolfo Mas-Yebra, prestó declaración ayer en el Juzgado de Instrucción número 2 de esta localidad sobre los presuntos malos tratos físicos y sexuales infligidos a internos. Mas-Yebra dijo conocer los hechos y haber informado de ellos al responsable de psiquiatría de la Diputación de Barcelona (administración responsable del centro), y señaló que no los denunció ante el juez por ignorar que la actuación de los tres enfermeros implicados fuese delictiva. El director trasladó a los funcionarios al turno de noche -en el que dos pacientes fueron obligados a practicarse una felación-, pese a suponer que bebían y fumaban droga.

A la pregunta del letrado de la acusación particular, Santiago Joaniquet, de por qué no se denunciaron las agresiones contra los internos ante el juez, Mas-Yebra dijo que desconocía que las mismas pudieran ser constitutivas de delito penal y que se limitó a trasladar la información que poseía al entonces responsable del servicio de Psiquiatría de la Diputación de Barcelona, Daniel Font. Joaniquet manifestó a este diario su extrañeza por el hecho de que la diputación no llevara el asunto inmediatamente a los tribunales ni informara a los familiares de los enfermos.Mas-Yebra admitió que los enfermeros Rafael Melendo, Fernando Cobano y José Gutiérrez eran conflictivos y que con anterioridad tuvo noticia de que bebían y fumaban porros en el trabajo. Con todo, señaló que prestaban sus servicio juntos en el turno de noche. Algunos de sus compañeros se negaban a trabajar con ellos, según Mas-Yebra.

En el parte de enfermería correspondiente al turno de tarde del día 27 de septiembre de 1986, Melendo y Cobano hicieron constar: "Venteo: este enfermo deja surgir sus más elementales instintos buscando ayuda en las mecánicas y todo lo que lleva faldas en el pabellón. Al no disponer la enfermería de medios para calmar dichos instintos, se permite a este enfermo y a Jaime [otro interno] hacer un bis a bis, tras lo cual queda relajado. Se le da un cigarrillo para calmar su ansiedad y se envidia la cara de felicidad de este enfermo tras su desahogo natural". La dirección de la clínica sabía también que los enfermeros encausados promovían peleas entre los pacientes.

El presidente de la diputación en aquel tiempo, Antoni Dalmau, ordenó abrir un expediente a los empleados por permisividad de prácticas homosexuales, que acabó con la suspensión de empleo y sueldo durante nueve años a los funcionarios Melendo y Gutiérrez, y la rescisión del contrato de Cobano. La hermana del enfermo José Navas presentó una querella criminal en septiembre de 1987 contra los empleados del psiquiátrico al enterarse de que las marcas que José presentaba en el pene eran debidas a las felaciones que le realizaban otros internos en presencia de los enfermeros, según la querella.

El letrado que representa a los familiares de Navas, anunció que solicitará que comparezcan a prestar declaración ante el juzgado: Daniel Font y el instructor del expediente de la diputación, Enric Mas. Font fue elegido diputado por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en las últimas elecciones al Parlamento catalán.

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