Cossiga encarga a Goria la formación de un nuevo Gobierno en Italia
El democristiano Giovanni Goria recibió ayer por la mañana del jefe del Estado italiano, su correligionario Francesco Cossiga, el encargo de formar un nuevo Gobierno. Goria, pues, puede sucederse a sí mismo. Al salir del Quirinal, sede de la Presidencia de la República, el encargado de formar un nuevo Gabinete ministerial fue muy pareo. Se limitó a decir que la grave situación económica e institucional del país le exigía actuar con la máxima rapidez, y anunció que ayer mismo por la tarde, lo que hizo, empezaría las primeras entrevistas con los cinco partidos de la anterior mayoría de Gobierno.
Y es que, en efecto, ninguno de esos partidos, que, formaban el anterior Gobierno pentacolor -democristianos, socialistas, republicanos, socialdemócratas y liberales- ha declarado que quiere quedarse fuera del nuevo Gobierno. Naturalmente, los liberales, que fueron quienes provocaron la crisis, ponen sus condiciones, que son las mismas -aunque un poco más atenuadas- que las alegadas a la hora de retirarse del Gobierno: menos gasto público y menos impuestos directos.Pero el problema para Goria -que visto así podría resultar muy fácil de resolver con sólo conceder algo más a los liberales- en realidad, se ha complicado. Sí al principio de la crisis el único nudo que hacía falta desatar era el de los liberales, ahora se ha añadido la condición de los socialistas de que el Gobierno se puede formar sólo con una mayoría dispuesta a resolver enseguida el vacío legislativo dejado por eferendos sobre la energía nuclear y la justicia celebrados el 8 y el 9 de este mes.
Desacuerdos
Y aquí pueden complicársele las cosas a Goria, ya que el tema es demasiado delicado como para poderlo resolver en un período breve como el de la resolución de una crisis de Gobierno. Principalmente, porque sobre ambos temas no hay acuerdo entre los partidos que habían propuesto los referendos y los han ganado, como por ejemplo los socialistas, y los que los han perdido, como los republicanos, o también entre los que simplemente los soportaron, como los democristianos.Además, ayer por 4 mañana, mientras Goria Wcibía el encargo de formar Gobierno, en la plaza de San Giovanni, de Roma, se manifestaban contra la ley de Presupuestos, ya preparada por el anterior Gobierno, 200.000 jubilados llegados de toda Italia. La concentración tuvo asimismo un momento dráinatico cuando el famoso ex secretario del sindicato CGIL, el comunista Luciano Lama, hoy senador de la República, se cayó al suelo a causa de un colapso y tuvo que ser inmediatamente trasladado al hospital. Afortundamente, según los médicos, no se trata de una dolencia grave e irreparable.
Al mismo tiempo, los tres grandes sindicatos -CISL, CGIL y UIL- decidirán hoy si desconvocan o no la huelga general en toda Italia, de cuatro horas de duración, ya decidida para el 25 de este mes, precisamente contra la maniobra económica del anterior Gobierno, presidido por Goria.
La impresión de los observadores es que si Giovanni Goria consigue el milagro de formar un Gobierno en dos o tres días como máximo, podría salirse con la suya de formar un Gabinete similar al anterior (Goria bis), pero, en caso contrario, las cosas podrían complicársele.
